De nuevo Berto Romero en Barcelona (como en su día Pepe Rubianes, y sin pretender compararlos) es un seguro de taquilla: el jueves que asistimos, 16 de Mayo, un público bullicioso y con ganas de reír, llenó la platea y pisos superiores del teatro de la empresa Balañá.Y el cómico catalán estuvo como siempre ingenioso y vestido, de entrada, con una túnica como “Salvador” o “Reverendo”. Aunque el show está muy trabajado en sus 80 minutos de duración, hay margen para improvisar. Y sobre todo, para mentir, pues ese es el principal mandamiento (se dice) de los actores: mentir, y que se crean que es verdad lo que están viendo en el escenario. O sea, manejar al público presentando “Lo nunca visto” (que es es el título de lo que verán)…
El show tiene largos soliloquios, que despiertan las carcajadas del público (de todas las edades, aunque predominan los jóvenes) y apuntes musicales, que acompañan el texto, o bien las canciones, en clave de humor, y lo hace con Iván Lagarto (a la guitarra).Miquel Company codirige con el propio Berto el espectáculo que produce MPC Management, con su director Manel Portomeñe al frente.
El humorista se ríe de todo, empezando por uno mismo: del feminismo, del machismo, la diferencia entre hombres y mujeres; y lo que implica “ser famoso”. Hay un número al principio, de magia (que no “despierta mucho interés”), seguido de efectos especiales y todo tipo de sorpresas. Se mueve en el funambulismo de lo que “es o no correcto política y socialmente”, en los tiempos de censura (o autocensura) en los que vivimos. Berto también se ríe de lo que podría, diciéndolo en serio, ser objeto de querellas (yendo a la máximo) o que los recalcitrantes de la moral establecida le pararan los pies
En definitiva, aborda, también en clave cachonda, los límites del humor. A nuestra compañera Marisa de Dios le decía, hace poco en una entrevista, que “ahora estamos más relajados en ese aspecto”aunque matizando:”antes de salir a un escenario tienes que pensar mucho lo que vas a decir, o el chiste que vas a contar...”. En un momento dado baja al patio de butacas, y hace chanza con dos o tres espectadores. Incluso recurre a lo de “pedir tres palabras” para hacer una canción con ellas (algo que ideó Moncho Borrajo hace tres décadas, y todavía sigue practicando). Tiene una facilidad de palabra y agilidad mental notable, por eso el público muchas veces duda, de si lo que está diciendo va en serio, o es una trola…El sello de identidad del humorista, es sin duda, el humor surrealista.
Tierno
Al final del espectáculo Berto Romero se pone tierno, y explica una historia sobre su infancia. Gran parte del público (incluyendo servidor) se lo tragan: alude a recuerdos vinculados a su abuelo, a su familia...Es algo que ponen habitualmente en práctica los humoristas: contar una moralina al final, pero hasta en esto, nuestro protagonista se camela al público.
Todo esto coincide con que el lunes 20 de Mayo, y en su faceta televisiva, Berto vuelve con su consultorio en Movistar Plus ( que formaba parte del programa en la misma cadena, de Buenafuente “Lave Motiv”)., pero ahora con programa propio titulado “El consultorio de Berto”. Reconoce que la mayoría de consultas, giran en torno al sexo, la escatología, o animales (con subsección de gatos, pues él posee uno en casa).Y mantiene el programa de radio junto a Buenafuente en la SER “Nadie sabe nada”. En el teatro lo pueden ver hasta el 7 de Junio...
Teatro Coliseum de Barcelona. Jueves a sábados. 20h. ; domingos. 17.30.
Si (
No(
.jpg "'Cántico espiritual de San Juan de la Cruz': donde no hay amor, pon amor y saldrá más amor")
