El músico, escritor y pintor, que está en una clínica especializada en este tipo de problemas, salió del coma a últimos del pasado mes de septiembre, mes y medio largo después de que cayera en él en la intervención quirúrgica, en el madrileño Hospital Gregorio Marañón, inmediata al infarto que sufrió el pasado 8 de agosto. Tras la larga permanencia en coma -sobre la que los médicos nunca aseguraron plazos para salir de ella ni siquiera pronosticaron si acabaría superándola- Aute despertó aunque en principio casi inconsciente.
Poco a poco Aute fue evolucionando y empezó a tener movimientos de cuerpo y de ojos para recuperar después plenamente la consiciencia, aunque en principio sin poder hablar, pero si dando muestras de conocer a quienes se acercaban. Después llegó un nuevo avance, cuando comenzó a hablar y dio muestras de haber recuperado también la memoria sobre diversas facetas de su vida profesional y personal.
Dentro de algunos altibajos, con días mejores y peores, el artista sigue una lenta pero segura evolución, aunque nadie quiere hacer previsiones de futuro, y menos de sus actividades artísticas, ya que la gira que llevaba a cabo por España, y que en estas fechas debía tenerle en varios países hispanoamericanos -donde goza de enorme popularidad- fue suspendida definitivamente.
Ahora lo importante es la recuperación de este polivalente intelectual que con sus canciones ha sido la banda sonora de varias generaciones, como se piensa en su entorno: primero la persona y después el artista, como declaró recientemente su mánager Antonio Peña: "No está para dar un concierto en breve y todo este proceso es más lento de lo que se desea, pero sorprende cómo Luis Eduardo se está recuperando esta semana".