El 24 de noviembre de 1974, un equipo de científicos encontró en la región de Afar, en el noreste de Etiopía, diversos fragmentos de huesos de un homínido, un descubrimiento que cambió el conocimiento que teníamos hasta esa fecha de la evolución humana.
El equipo, que estaba compuesto por Maurice Taieb, Yves Coppens, Donald Johanson, Jon Kalb y Raymonde Bonnefille, desenterró 52 fragmentos de huesos, y pudo reconstruir aproximadamente el 40% del esqueleto de un Australopitecus afarensis que había vivido hace unos 3,18 millones de años, el más completo que se había encontrado hasta esa fecha de un homínido bípedo.
El hallazgo supuso una revolución en la investigación científica y el entendimiento de nuestros ancestros, al principio fue denominado AL 288-1, aunque se le conoce mundialmente por su apodo, Lucy, por la canción de The Beatles 'Lucy in the sky with diamonds', del disco 'Sgt. Pepper's', que fue la que escuchaba el equipo durante la celebración del hallazgo.
Lucy, que murió casi con toda seguridad entre los 11 y los 13 años, una edad adulta para su especie, tenía una altura de 1,10 metros y un peso de 29 kilos. Sus restos están conservados en una sala no abierta al público en el Museo Nacional de Etiopía, en Addis Abeba.
Fin a una "etapa oscura"
Según Sahleselasie Melaku, jefe del departamento de paleontología, Lucy cambió "la percepción de la evolución humana". Antes de su hallazgo, el científico cree que la investigación se encontraba en una "etapa oscura" pero que, desde entonces, "hemos aprendido mucho sobre nuestras propias raíces", ha señalado a una agencia de noticias.
El fósil, que ya no va a salir de Etiopía, continúa fascinando a investigadores de todo el mundo. Sahleselasie se enfoca en detalles como una vértebra ligeramente deformada, lo que hace pensar que Lucy probablemente padecía problemas de espalda.
Jean-Renaud Boisserie, paleontólogo y director de investigaciones del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia; CNRS, en sus siglas en francés; subraya la excepcionalidad del hallazgo: "Hace 50 años, apenas conocíamos nada anterior a los 3 millones de años y no teníamos nada tan completo", indica.
De abuela a prima de la humanidad
Aunque Lucy fue llamada durante muchos años como la 'abuela de la humanidad', en estos momentos se la considera más como una tía o prima, ya que su vínculo directo con el ser humano ha sido puesto en duda.
Desde 1974, otros descubrimientos han desafiado su lugar en la evolución, con el hallazgo de fósiles en Etiopía, Sudáfrica, Kenia e incluso Chad, donde se descubrió a Toumaï en 2001, un fósil de cerca de 7 millones de años, considerado por varios como el primer representante de la línea humana.
A pesar de haber sido fuertemente estudiada, Lucy todavía no ha revelado todos sus secretos. Según una investigación publicada en 2016, pasaba aproximadamente un tercio de su tiempo en los árboles, donde anidaba, y tenía las extremidades superiores muy desarrolladas. Ese mismo año, un estudio en PLOS One dejó caer la posibilidad de que muriera después de caerse de un árbol.
Preguntas sin respuesta
En 2022, otro análisis, que se publicó en 'Nature', estudió la pelvis de Lucy y determinó que los recién nacidos australopitecos tenían cerebros inmaduros, muy parecidos a los de los humanos modernos, lo que hacía necesaria la cooperación parental para su cuidado.
"Quedan muchas preguntas sin respuesta", señala Sahleselasie Melaku, destacando la falta de información sobre la infancia de estos ancestros. Los avances científicos y tecnológicos hacen posible que se pueda profundizar cada vez más en su estudio.
"Lucy y fósiles similares plantean las preguntas científicas del mañana", termina Jean-Renaud Boisserie. "Un material tan excepcional como este juega un papel clave en el progreso de la investigación".