Poco a poco la calma está volviendo a los mercados. Aunque el impacto económico del Brexit se sentirá durante varios años, los mercados tendrán que estabilizarse después del shock que ha producido la salida de Reino Unido de la UE. En Europa, algunos dirigentes apuntan que no puede descartarse un efecto dominó en la UE. El ministro de Finanzas alemán, advertía ayer de este peligro. Según prensa germana, algunos colaboradores del ministro alemán están trabajando un plan de reformas para el bloque, entre las que destacan unas reglas presupuestarias más estrictas, que seguro verían la oposición de Francia e Italia, y una Comisión Europea, muy criticada por su enorme burocracia, de menor tamaño. El nerviosismo o como apuntaba esta semana el presidente de EE.UU, “un poco de histeria”que ha habido en los mercados estos días pasados, parece haber estado muy por encima de la preocupación que se vive en el BCE. Según varias fuentes de la institución europea, el BCE no tiene prisa por aliviar su política monetaria en respuesta a la decisión de Reino Unido, pues ha visto una reacción de los mercados menos turbulenta de lo previsto. El repunte de los mercados esta semana le ha dado cierta tranquilidad para adoptar una postura de ver y esperar. De hecho, no se han activado líneas de swap de emergencia diseñadas para proveer de euros a bancos del Reino porque considera que, al contrario de lo que sucedió durante la crisis de 2008, los mercados financieros han funcionado, pese a las fuertes pérdidas de la libra y de la renta variable.