La nueva versión de
Tequila apareció en el escenario a las 22:30 después de la insulsa actuación de
Miss Cafeína, sin duda el grupo más joven en actuar en estos
Veranos de la Villa en los que la media de edad de los artistas supera con creces los 50 años. Empezaron con “
Rock & roll en la Plaza del pueblo”, una carta ganadora, para proseguir con un repaso profundo a toda su discografía. Una discografía que sólo cuenta con cuatro discos, editados entre los años 1978 y 1981.
Y es que la historia de la primera formación de Tequila es una de las más ricas del pop español. Dos adolescentes argentinos,
Ariel Rot y
Alejo Stivel, llegaban a España a mediados de los 70 y se encontraban con que apenas si se escuchaba rock en un país dominado por cantautores y cantantes melódicos. Así que afilaron sus guitarras, se pusieron sus prendas más chillonas y decidieron hacer lo que más les gustaba, ese rock de
Chuck Berry pasado por el tamiz
stoniano. Esa sigue siendo la receta fundamental en esta nueva reunión. No se puede hablar de Tequila como unos dechados de originalidad pero, evidentemente, hacen lo que más les gusta y lo hacen bien.
Un recuerdo para los amigos y los ídolos

El concierto tuvo momentos para recordar a los amigos de la primera época, gente como
Sergio Makaroff o
Moris, del que atacaron su “
Sábado a la noche” con Ariel en la voz principal. Pero también para nuevos amigos como los chicos de
Pereza, que parecían sacados de un hipotético concurso de imitadores de
Keith Richards. Junto a ellos tocaron “
Rock del ascensor” y “
Que el tiempo no te cambie”, una canción que parece aplicable a Alejo y Ariel, aunque al primero le haya dejado la cabellera algo descubierta.
Como no podía faltar en estas fechas hubo homenaje a
Michael Jackson, Alejo llevaba una camiseta del Rey del Pop en su época en los
Jackson 5. Además le dedicó el concierto a un músico muy talentoso, cuya música ha influido en todo el mundo y que ya no está con nosotros:
John Lennon… Por supuesto, también se lo dedicó a Jacko. Dejando anécdotas al margen, Alejo mantiene viva su imagen de chico malo y Ariel sigue haciendo suspirar a más de una señorita a pesar de peinar canas… además, no toca nada mal la guitarra.
“
Dime que me quieres” y “
Me vuelvo loco” sirvieron para presentar a los nuevos miembros de la banda y para cerrar el concierto antes de los bises. Una versión
bluesera de “
Rock & roll en la Plaza del pueblo” antecedía a “
Necesito un trago” y la ineludible “
Salta”, en la que Alejo se bajó del escenario para saltar con la gente de las primeras filas. Finalizaba el concierto de un grupo que después de treinta años sigue fiel a si mismo.
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