No tenemos duda de que el líder del PP mantiene siempre un gran tono con los profesionales de la información. Y no sólo con ellos, puesto que por mucho que se acepte que el del ‘talante’ sea
Zapatero,
Rajoy no tiene nada que envidiar al presidente.
Pero el hecho es que ayer miércoles, Mariano tuvo un momento desacertado que duele especialmente entre el colectivo de periodistas parlamentarios que trabajan siempre con mucha seriedad y profesionalidad en las Cortes. Cuando después de la votación de investidura, en la que Zapatero no obtuvo suficiente confianza de la Cámara, Rajoy compareció ante la prensa. Ahí se le vio algo cansado del tema de la sucesión en el PP y el debate sobre si
Aguirre será o no una rival en el congreso de junio.
Fue entonces cuando se le vio molesto y la ‘pagó’ con una de las cronistas parlamentarias y por extensión, con el grupo de periodistas allí congregados para escucharle. Es cierto que puede cansarle el tema de las candidaturas en el PP, pero tiene y debe estar a la altura y que no paguen justos por pecadores. Porque verdad es que crispadores los hay en todos sitios, también en la prensa. Pero no son precisamente los que acuden casi a diario a las Cortes.
Más bien esos crispadores son los que tienen sus propios programas de radio, de televisión o periódicos. Y a ésos siempre les atiende Rajoy y acude a sus espacios raudo y veloz, rindiéndose a su poder mediático. Lo dicho: pagan justos por pecadores y se llevan más premio los últimos.
Si (
No(
