Explicó que se inició la investigación partiendo del tráfico de explosivos y después se continuó con la parte relativa a las drogas. El testigo, superior del capitán Pedro Marful, explicó que nuevo la existencia de confidencias relativas a que los acusados disponían de una cantidad de dinamita de entre 100 y 200 kilos. Estas partiendo en un inicio del imputado en la Operación Pipol Francisco Javier Fernández, "Nayo", y quedaron complementadas con notas de la Unidad Central de Operaciones (UCO) relativas a las informaciones ofrecidas por Rafa Zouhier.
Aldea hizo referencia al informe elaborado por el jefe de Operaciones de la Guardia Civil de Oviedo Francisco Javier Jambrina sobre el desarrollo de las investigaciones en el que según indicó él mismo ante el tribunal vertió críticas sobre la forma en que se llevaron a cabo. Indicó que pidió este informe porque, transcurrido el tiempo, quería "saber" y tener su propia opinión.
Así especificó que no varió el contenido del informe aunque reconoció que realizó modificaciones en la redacción.
El testigo añadió respecto a la investigación sobre los explosivos que la UCO le remitió una nota con fecha de 27 de febrero en la que señalaban como objetivos a Toro y Trashorras. Indicó que su comandancia contrasta los datos ofrecidos pero no transmite los datos a ninguna otra unidad.
Agregó que tiene el convencimiento de que los explosivos de los que disponían Toro y Suárez Trashorras no estaban "ni en Avilés ni en las proximidades" sino "en otra parte".