La negativa de Díaz de Mera a revelar su fuente se desencadenó tras la pregunta efecuada por el abogado de la Asociación Ayuda a las Víctimas del 11-M, José María de Pablo, que interrogó al testigo sobre la existencia y contenido de este informe. El ex mando policial había revelado su existencia en una entrevista concedida a un medio de comunicación en septiembre de 2006.
El letrado se interesó en su turno de preguntas sobre el contenido de este informe y Díaz de Mera señaló entonces que "una fuente" le había informado de la existencia de un documento que vinculaba a la banda terrorista ETA con la perpetración de los atentados. Aseguró que se trataba de una fuente policial "fiable" y "honesta", de la que dijo que no podía revelar su identidad.
Recalcó que este informe había sido elaborado por un hombre y una mujer atendiendo a criterios "éticos" y dijo que era conocido por al menos diez o doce mandos de la Comisaría General de Información, que regenta Telesforo Rubio, que fue la persona que encargó su elaboración. "Hay informes que no están fechados ni sellados pero que se entregan a quien los solicita", agregó.
Insistió en que a instancias de varios mandos para que se amoldara presumiblemente este informe a lo que él denominó "la versión oficial", los autores persistieron en la teoría que mantenían en el documento. También afirmó que desconoce si alguien ha dado instrucciones para hacer desaparecer el informe.
"Se me da cuenta del informe en septiembre y a sabiendas de que no lo puedo probar, mi conciencia no me permite quedarme con ese marrón", dijo y añadió que hizo pública su existencia con la confianza de que "determinadas conciencias" trasladaran el documento a sede judicial.
Tras estas explicaciones de Díaz de Mera, De Pablo le pidió que citara el nombre de la persona que le había informado de la existencia del documento, y el eurodiputado del PP se negó y se justificó asegurando que "peligraría la seguridad y el puesto de trabajo" de su informante. Destacó que la Policía es un cuerpo jerárquico y puso de manifiesto el compromiso contraído con esta persona le obligaba a no revelar su nombre.
"Acepto las consecuencias"
Gómez Bermúdez ante la negativa, explicó al testigo que tenía el deber de revelar el número de identificación de la fuente que le informó y facilitárselo al menos por escrito -para que el tribunal pudiera valorar la conveniencia de hacerlo público e incorporarlo al proceso. "Estoy en disposición de aceptar las consencuencias", dijo entonces De Mera.
El presidente del tribunal convocó entonces un receso de cinco minutos para dar tiempo al testigo a valorar su situación a la vuelta del cual impuso de forma automática la multa de 1.000 euros al europarlamentario popular. Repitió al testigo que debía revelar el nombre de la fuente.
La apertura de investigación contra Díaz Mera por el delito de desobediencia grave será remitida previsiblemente al Tribunal Supremo para que a su vez solicite al Parlamento Europeo la tramitación de un suplicatorio con el que poder actuar contra el europarlamentario, ya que es aforado.
La dinamita podía no ser Titadyne
Por otro lado, Díaz de Mera aseguró, a preguntas del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, que entre las cinco y las seis de la tarde del día 11 de marzo de 2004 que el explosivo utilizado en los atentados podía no ser Titadyne.
La tarde del día en que se produjo la masacre, relató el ex director de la policía, el Subdirector General Operativo, Pedro Díaz Pintado recibió una llamada del Comisario General de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro, en el que éste le precisó que el explosivo utilizado en la masacre "era dinamita y que no se podía afirmar que fuera Titadyne".
La noticia generó, según el testigo, "una controversia" entre Pintado y Cuadro. El Subdirector comunicó al testigo "su enorme preocupación por este error que había dado pábulo a una información que no era precisa" y Díaz de Mera le dijo entonces "cuéntaselo tú al ministro".
La discusión vino provocado porque la precisión rectificó otra información ofrecida por la mañana por Cuadro. Coincidiendo con la primera reunión de los mandos policiales convocada a instancias del secretario de Estado de Interior, Ignacio Astarloa, éste confirmó que la dinamita era de la marca Titadyne, explicó el testigo.
Se manejó la posibilidad de colaboración entre ETA e islamistas
Por último, Díaz de Mera afirmó que se manejó como hipótesis de trabajo el día 14 de marzo que hubiera una colaboración de la banda terrorista ETA con grupos islamistas debido a la existencia de "conversaciones o escritos" de presos de la banda donde se "daba pábulo" a que "había relaciones con determinados islamistas".
Concretó que "alguien" que "no puede precisar" en una reunión de mandos policiales planteó como variable para identificar a los autores de la masacre una "trascripción" de dos cartas - -pertenecientes a la operación Dátil - - de los etarras José Ignacio de Juana Chaos y José Luis Sistiaga de las que se deducía que determinados miembros islamistas y de la banda terrorista ETA mantenían relaciones.
Indicó que él mismo recibió las transcripciones y que uno de esos documentos, sin precisar cuál, mostraba el siguiente mensaje: "espero que no nos pidan a una persona para que se inmole".
Durante su controvertida declaración de hoy y respecto a la actuación llevada a cabo en la localidad de Leganés, De Mera afirmó que otra persona que no puede identificar le comentó, durante el dispositivo policial desplegado para cercar a los terroristas de la célula islamista que se suicidaron el 3 de abril del 2003, que se "habían detectado" llamadas de los terroristas "a sus familiares".