También precisó que pudo haber un tercer coche utilizado para transportar a los miembros de la célula terrorista a Alcalá de Henares u otros puntos y el material explosivo que no ha sido localizado. En este sentido destacó que uno de los coches que sirvieron para el traslado, el Skoda Fabia, no fue localizado hasta meses después de los atentados cuando la empresa propietaria encontró en el maletero una funda de pistola y avisó a las autoridades.
La inspectora, que actúa como analista de los atentados, especificó, además que tanto en la casa de Leganés, donde se suicidaron el 3 de abril siete terroristas integristas, como en la finca de Morata de Tajuña, que se utilizó para preparar los explosivos usados en la masacre, las fuerzas de seguridad del Estado localizaron material genético correspondiente a personas anónimas no identificadas.
La testigo protegida numero 84114 compareció ante el tribunal por su participación como analista de la UCI en diversos informes elaborados en noviembre del 2004 y agosto del 2005 destinados a estudiar los datos objetivos que se investigaron para determinar las causas y actores del atentado. Describió que la función de estos informes era sintetizar el material aportado por la Policía Científica, TEDAX y el análisis de la diligencias elaboradas por la Unidad Central de Inteligencia Exterior (UCIE) entre otros, aparte de analizar datos del tráfico de llamadas de los encausados y del ADN hallado en los diversos inmuebles utilizados por los terroristas.
El testigo relató que la UCI carece de "datos objetivos y fehacientes" en determinadas partes del relato de los hechos. En concreto, se refirió a que tanto el acopio de información sobre el modo en que los terroristas recopilaron información sobre los objetivos y como el modo en que prepararon el atentado, su unidad se movió en el terreno de las hipótesis.
Dentro de esas conjeturas, no descartó que los autores materiales de la masacre que se cobró 191 vidas el 14 de marzo del 2004, contaran con varias personas que les apoyaran en el transporte de los explosivos, en la confección de la infraestructura y en las labores de contrainformación.
De hecho, la inspectora de la UCI precisó que la información necesaria para plantear la acción terrorista pudo haber surgido porque uno de los integrantes era usuario habitual de las líneas de cercanías o en base al acceso al simulador que proporciona RENFE en su web sobre el funcionamiento de los convoys de cercanías. Así, los terroristas habrían recabado la información del horario de salida y llegada de los trenes que partieron de Alcalá de Henares y explotaron en las estaciones de Santa Eugenia, El Pozo y Alcalá de Henaras, matizando que el tren que explotó en la calle Tellez tenía como destino la estación de Atocha.
Hipótesis sobre los autores materiales
También precisó que con la información proporcionada por la Unidad TEDAX su departamento concretó que fueron entre 10 y 13 personas las que portaron las mochilas con los explosivos. Reforzó su conclusión al establecer que las bolsas empleadas en los atentados contenían entre 11 y 13 kilogramos de explosivos, y por tanto debían ser portadas cada una por un individuo, sin descartar a su vez que pudieran contar con ayuda de otras personas que las desplazaran hasta las inmediaciones de las estaciones de trenes.
La agente del CNI explicó que una de las hipótesis es que fueron tres grupos de cuatro personas los que perpetraron el ataque terrorista en los trenes de cercanías, desplazándose cada uno a los tres puntos geográficos de donde partieron los trenes. También cortejaron la hipótesis con diversos testimonios, como el del portero de la finca de Alcalá de Henares que vio a tres personas bajarse de la Renault Kangoo. Este fue un dato más para plantear la tesis de tres grupos terroristas divididos entre una orquilla de tres o cuatro personas.
Todos los miembros del comando encargado de la colocación de los explosivos pudieron dirigirse a la estación de cercanías de Alcalá de Henares o bien a otras estaciones intermedias en el recorrido del tren hasta Atocha y partieronl, probablemente, de la finca de Morata de Tajuña, dado que fue la utilizada para preparar los explosivos.
El Chino
La inspectora destacó además la importancia de la figura de Jamal Ahmidan, alias "El Chino", que dijo, tenía el sueño de luchar por el islam en el mundo y en concreto deseaba desplazarse a Afganistán para llevar a cabo la yihad. La policía mencionó que Ahmidan, según las investigaciones tenía un "perrito" al que había llamado Al Afgani -en referencia a su país de elección para llevar a cabo la lucha-.
Especificó, por otra parte que, Al Qaeda funciona como "una red, una estructura en tela de araña" y que sus células o grupos actuán con carácter autónomo, siguiendo una directiva marcada a través de comunicados o fatuas. "No se trata de una organización terrorista del estilo de ETA que desgraciadamente estamos obligados a sufrir", dijo.