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La defensa de Carmen Toro dice que está acusada por ser mujer de Trashorras

miércoles 27 de junio de 2007, 19:33h
La abogada de Carmen Toro, Mónica Peña aseguró este miércoles en su informe de conclusiones definitivas que su representada no tenía la madurez suficiente en 2004 como para haber intervenido de alguna forma en la planificación de una operación de tráfico de explosivos. La letrada recordó que entonces Carmen Toro tenía poco más de 20 años y era "notablemente inmadura". "Está acusada única y exclusivamente por ser en su día la mujer de José Emilio Suárez Trashorras", destacó.

Peña describió a su defendida como una persona "muy nerviosa e insegura" que "no tiene facilidad de palabra e incluso pierde el habla bajo presión", "deja la toma de decisiones en manos de los demás" y se encuentra "muy apegada a su madre".

  Destacó que este fue uno de los motivos por los que "en contra de su consejo" su defendida decidió no contestar las preguntas del resto de partes durante su declaración. Dijo también que ha detectado a lo largo del proceso un "especial ensañamiento" hacia su cliente e indicó que no quiere pensar "que sea por el hecho de que es la única mujer entre los acusados".

  La abogada destacó que Carmen ni siquiera imaginaba las actividades de su marido, José Emilio Suárez Trashorras, durante el tiempo en que estuvo casada con él. Puso de manifiesto que ha sido recientemente cuando ha descubierto que el asturiano solía frecuentar "lugares de ocio que ella no hubiera aprobado", en referencia a las declaraciones de testigos que le han situado en clubes de alterne.

  En cuanto a la existencia de llamadas efectuadas desde un teléfono móvil a varios de los procesados, principalmente a aquellos relacionados con la trama asturiana, Peña subrayó que el aparato era "de tipo familiar" y que tanto Toro como Suárez Trashorras lo usaban de forma indistinta. Por ello apuntó a su ex marido como el autor de las comunicaciones con otros acusados como Sergio Álvarez, Emilio Llano o Iván Granados.

  En este sentido destacó que durante la vista oral y a través de las declaraciones de los acusados ha quedado claro que todos ellos "nunca han mantenido contacto con ella" y "la mayoría ni siquiera la conocen". Atribuyó, además, la aparición de los teléfonos de estas personas en su agenda a que pasó los números apuntados por su marido a limpio, desconociendo a quien pertenecían.

  Por ello consideró que resulta imposible que Carmen Toro contactara con Jamal Ahmidan, alias "El Chino" ya que no lo hizo con los anteriores y sólo lo había visto una vez. Destacó que no podía mantener "una relación de iguales" con "El Chino" debido al radicalismo de este.

Reunión en el McDonalds

  La abogada defendió que su cliente se mantuvo en todo momento aparte en la reunión celebrada en el Mc Donalds de Carabanchel en el que su ex marido y Ahmidan se reunieron para concretar la compra-venta de explosivos. Recordó que ella aseguró que se sentó en una mesa separada desde la que era imposible escuchar la conversación, versión que ha sido corroborada por un testigo que también estuvo presente y comió con ella.

  En cuanto al fin de semana en el que "El Chino" y otros miembros de su grupo viajaron a Avilés para llevar a cabo el robo de dinamita en Mina Conchita, la letrada aseguró que "ni siquiera les vió" y dijo que, de hecho, se enfadó con su marido por relacionarse con esas personas, lo que muestra que desaprobaba sus actividades ilícitas.

  Carmen Toro, especificó Peña, nunca ha mentido sobre los lugares que visitó en compañía de Suárez Trashorras, y reconoció por ello haber visitado en su compañía la finca de Morata de Tajuña, donde se prepararon los explosivos. Fue esta la única ocasión --dijo la letrada-- en la que mantuvo un contacto con Ahmidan que "la toleró porque no tuvo más remedio pero dejó patente su desagrado hacia ella", desencadenando una discusión.

"Cariño, déjame al margen"

  Peña se refirió además a la frase pronunciada por su cliente y revelada durante el juicio por uno de los policías que le interrogó en Avilés tras la comisión de los atentados. Según su testimonio, la acusada dijo entonces a Suárez Trashorras: "Cariño, di lo que tengas que decir pero a mi dejamé al margen".

  En opinión de la abogada la frase fue "sacada de contexto" y emplea por la prensa dado que quedaba "bien en los titulares". Dijo que la expresión está vacía de contenido y se presta a multitud de interpretaciones pero sólo demuestra "la candidez" de su cliente, que "tenía la conciencia tranquila" y dijo estas palabras "frente a los policías con total tranquilidad".

  Según aseguró, Carmen únicamente quiso decir entonces a se ex marido que contara lo que quisiera sobre sus actividades pero dejara clara que ella no tenía nada que ver con sus negocios.

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