En la semana que comienza, el
Rey Juan Carlos
seguirá siendo protagonista de la actualidad por la nueva operación de su
cadera, en este caso la izquierda, después de una intensa actividad, ha
recorrido 70.000 kilómetros en seis meses, ha viajado a Rusia, India, EEUU,
Brasil, Chile y Arabia Saudí con el objetivo de superar el error de su viaje a
Bostwana y la lacra constante del caso Urdangarin. Lo hará después de recibir este
lunes en Madrid a la presidenta del Brasil,
Dilma Rousseff, uno de los países
emergentes iberoamericanos a los que el jefe del Estado español no ha tenido
reparo en pedir ayuda en la Cumbre de Cádiz para salir de la crisis. Una cumbre
donde la figura de D. Juan Carlos, acompañado del
Príncipe Felipe, ha sido
clave para recuperar el pulso vital de estas citas y del peso político de
España en una zona como América Latina que puede contribuir a que podamos
encontrar una vía de crecimiento económico que permita crear empleo.
La
actividad del Rey, también, ha estado muy pendiente de la deriva
independentista catalana de Artur Mas con un pronunciamiento público, claro y
rotundo, a favor de la unidad de España. El próximo domingo tendremos el
desenlace de las elecciones anticipadas convocadas por Mas. Según las encuestas
no parece que vaya a lograr su objetivo de mayoría absoluta pero hasta que no
se recuenten los votos no se pueden hacer juicios definitivos. Esperemos que
reine la cordura y la sensatez en el pueblo catalán y que no se deje guiar por
los intereses personales y partidistas de unos pocos políticos.
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