Por qué he firmado la carta abierta a la Conferencia Política del PSOE
jueves 07 de noviembre de 2013, 17:57h
Mi padre me repitió muchas veces
que era una lastima que no hubiera hecho lo mismo que mi primo José María
Maravall, que siendo muy de izquierdas se había afiliado al PSOE en los años 70
y estaba haciendo un gran trabajo. Siempre le decía lo mismo, "papa yo soy
comunista y no socialista, así que no me meteré en el PSOE, aunque siempre que
pueda colaborare con el".
No me fui al PSOE cuando lo hicieron mis
estrechísimos amigos y durante muchos años compañeros de fatigas, conocidos
como los carrillistas. Ni lo hice después, cuando Nueva Izquierda, de cuya dirección
formaba parte, decidió dar el mismo paso.
Ni lo haré ahora, ni lo haré nunca. No por cabezonería u obstinación, sino
porque me considero de la tradición comunista y no socialista. Al igual que me
considero valenciano habiendo nacido en Madrid o rockero. Cada uno es como es.
Pero hay otras razones menos
viscerales. Desde la terrible noche del 15 de junio del 1977, en la que, ante
nuestra estupefacción, el pueblo español
optó por los socialistas como fuerza mayoritaria de la izquierda, y lo volvió
hacer convocatoria electoral tras convocatoria electoral, inicié un doloroso
proceso de reflexión cuya conclusión es muy sencilla. O los cambios de progreso
los protagonizan los socialistas o no habrá nada que hacer. Como la historia de
estos 36 años de democracia ha demostrado de forma fehaciente.
Es cierto, y esta es la segunda razón
de mi posición, que sin la permanente movilización de los comunistas, PCE
primero, IU después, de los sindicatos y en primer lugar CCOO, de
organizaciones pacifistas, ecologistas, de solidaridad social, etc., los
sucesivos gobiernos socialistas muy posiblemente hubieran realizado una política
mucha mas moderada. Por ello es
imprescindible que haya una izquierda combativa, a la izquierda del PSOE y por
ello sigo siendo de IU y lo seguiré siendo toda la vida.
Porque, y esta es la tercera razón,
en España siempre ha existido una franja de la ciudadanía, reducida sin duda
pero muy activa, que nunca se va a sentir identificada con la socialdemocracia
y sería una irresponsabilidad dejarla sin expresión política o que esa
expresión política fuera irrelevante o estéril y no sirviera para nada. Tiene que canalizarse
y aprovecharse políticamente esta capacidad de lucha que afortunadamente tiene
una parte de nuestro país y convertirla en eficaz motor de cambios.
En definitiva la perspectiva es
muy clara. Lo mejor para el progreso de la sociedad española es la colaboración
entre la izquierda mayoritaria y moderada que representa el PSOE y la izquierda
mas transformadora, minoritaria pero muy
activa, que representa IU y otras organizaciones políticas.
Los cambios que ha habido en la
sociedad española en los últimos años y el desgaste y los notables errores de la izquierda
gobernante, hacen previsible que no vaya a ser fácil que el PSOE vuelva a
obtener mayorías absolutas, ni a nivel estatal ni tampoco en los ámbitos autonómicos.
¿Qué queremos? ¿Qué se alíe con el nacionalismo conservador como en 1993? ¿O
con la izquierda, como en la primera y más fructífera legislatura de Rodríguez
Zapatero?. Yo prefiero la segunda opción sin lugar a dudas, pero quiero mucho más.
Quiero un gobierno de coalición, siguiendo la experiencia de Andalucía. Un
gobierno de coalición PSOE-IU, con un programa pactado que suponga un nítido giro
a la izquierda.
Eso es lo que me ha llevado a
firmar con absoluto convencimiento el documento sobre la próxima Conferencia política
del PSOE. Confieso que hasta el domingo por la mañana, cuando leí el periódico,
no sabia nada de "Espacio Abierto", conocía, eso sí, a los otros firmantes de
la Carta Abierta. Por cierto solo hay una
mujer, algo lamentable que tendremos que corregir con urgencia. No sé lo que
cada uno de ellos a titulo personal pretende para el futuro. Pero coincido
plenamente con lo que nos une en este momento.
He sido muy sectario e
intransigente en mi vida política desde que en 1967 empecé a militar en una
organización de extrema izquierda, el Frente de Liberación Popular. Con mi voto
y mi palabra he echado a amigos y camaradas del PCE, me han echado también a mí.
Y ya estoy harto del sectarismo de la izquierda. Por ello no me preocupa nada
donde acabara cada uno de los otros firmantes y por ello me resultan
aburridamente impresentables algunas reacciones y descalificaciones de amigos y
compañeros, ante este manifiesto y nuestra presencia en la Conferencia política.
Estoy muy harto de dos décadas de
gobierno del PP en Madrid, Comunidad y Ayuntamiento. Estoy muy harto del
nacionalismo conservador con sus chantajes al gobierno del Estado, que tuve que
sufrir directamente desde un puesto de responsabilidad política en 1993 y en
1996. Estoy muy harto del gobierno de Rajoy y no quiero que repita. No me creo
ni de lejos que IU vaya a ser la opción mayoritaria de la izquierda española,
porque la sociedad española mayoritariamente
ni es ni se siente tan de
izquierdas. No me creo que el PSOE vaya a desaparecer, aunque algunos de sus
dirigentes parece que lo estén buscando con su torpeza. Quiero una Ministra de Economía
que proceda de IU y también una Ministra de Sanidad y Servicios Sociales y a
ser posible una Ministra de Educación y también una Vicepresidenta, para que
haya otra política económica, otra política social, otra política educativa y
otra política de derechos civiles. Y eso solo será posible si desde ahora
trabajamos juntos en esa dirección.
Por ello no comparto el espejismo
de quienes proponen un Frente Amplio de Izquierdas, excluyendo al PSOE, en definitiva una variante menos tosca de la teoría
de las dos orillas de Julia Anguita. Apuesto por la Unidad de la izquierda cimentada
en la colaboración entre el PSOE IU. A
eso vamos a la Conferencia política del PSOE este fin de semana.
Una ultima cosa. No soy tan
ingenuo como para pensar que esto esta chupado. Nos va a costar mucho, muchísimo.
Aunque la experiencia de Andalucía ayuda bastante. Ni tenemos garantizado que
el conjunto de la izquierda gane, ni que se abra paso un programa y un gobierno
de coalición. Yo votaré a IU, como siempre, para que sea lo mas fuerte posible
y esa fortaleza permita un buen y equilibrado pacto posterior con el PSOE, pero
haré lo imposible trabajando con el PSOE y con IU para superar el sectarismo y
hacer realidad esa colaboración para
democráticamente dar fin a las políticas de la derecha.
(*) Héctor Maravall es sindicalista de Comisiones Obreras