La
diplocat ha fracasado. Los esfuerzos desplegados por la Generalitat catalana
para asegurarse al menos una cierta aceptación o benevolencia a sus afanes
independentistas por parte de las naciones europeas han derivado en un fiasco.
No solo porque la canciller
Merkel se ha alineado inequívocamente con las tesis
del Gobierno español sobre la actitud de
Mas y sus partidarios,. Sino también
porque otros influyentes mandatarios europeos, véase, por ejemplo, el 'catalán'
primer ministro de Francia,
Manuel Valls, ya han dejado entender que su opción
es por una Europa unida, sin fisuras ni desgajamientos. Y aguarden ustedes a
que empiecen las declaraciones de los nuevos responsables de la UE y, si me apuran, hasta de
Obama...Me dicen que algunos, en la Generalitat, ya piensan en una conjunción astral
contra los planes secesionistas de Mas y que los astros son favorables, en
cambio, a
Mariano Rajoy, cuya diplomacia está mostrándose muy eficaz, aunque se
note poco, como casi todo lo que hace/no hace el presidente del Gobierno
central.
Supongo
que nunca imaginó el molt honorable president de la Generalitat que
acudiría en tal situación de debilidad a su cita con Rajoy en La Moncloa. Y no sé si alguna vez
Rajoy intuyó que iba a tener tal posición de fuerza frente al desafiante Mas.
Entre otras cosas, porque lo previsible -y deseable-es que su encuentro con el
presidente autonómico catalán tenga lugar tras haber recibido algún tipo de
respaldo concreto por parte del flamante líder de la oposición,
Pedro Sánchez.
Y
eso es precisamente lo que me preocupa: ¿tiene Rajoy ahora misma capacidad de
diálogo suficiente como para negociar a dos bandas, con Sánchez y con Mas a la
vez? El nuevo secretario general socialista planteará, lógicamente, sus tesis
federalistas para salir de esta situación, y sospecho que Rajoy no podrá salir
con aquello de que no hay que reformar la Constitución porque
sigue siendo válida; ese tipo de respuestas aún las podía ofrecer antes de
mayo. Ahora, ya no. Y lo mismo con Mas: el 'no a todo' tradicional en Rajoy no
parece ya una receta válida, como el 'me importa un rábano la legislación
española' no parece ya admisible por parte de la Generalitat.
Vistas
así las cosas, claro que hemos avanzado: primero, se están produciendo
declaraciones múltiples, procedentes de Europa, rechazando las pretensiones de
Mas, que se encuentra, para colmo, con encuestas poco esperanzadoras y rodeado
de 'affaires' de corrupción. Segundo, buena disposición, parece, de Pedro
Sánchez a llegar a un entendimiento con Rajoy, pese a sus declaraciones
anteriores, difíciles de comprender, rechazando 'a priori' cualquier tipo de
pacto 'con la derecha'. Y, finalmente, esperemos, un reconocimiento por parte
de Rajoy de que no puede mantener su actitud de esperar sin mover ficha a ver si
se pudre el tablero, porque, entonces, serán los otros los que sí moverán sus
propias fichas.
Han
cambiado, al menos, las actitudes de partida. ¿Se mostrarán Sánchez más
estadista, Mas menos soberbio y Rajoy menos pasivo? Esas son, entiendo, las grandes
preguntas de cara a la importante semana próxima, que culminará, lo cual
tampoco es frecuente, con Rajoy dando cuenta 'in extenso' a la prensa de lo que
ha ocurrido en los cuatro decisivos días anteriores. ¿Será todo ello un
espejismo prevacacional?
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Blog de Fernando Jáuregui: 'Cenáculos y mentideros'