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Fortuna, la del Rey
viernes 17 de mayo de 2013, 10:09h
Cuando
en tiempos de esplendor de nuestra economía el rey aceptó el regalo de un grupo
de empresarios y banqueros por valor de 21 millones de euros, en forma de yate,
hubo mucha polémica. Bien es cierto que para descargarse de culpas el monarca
trasladó la propiedad del barco a Patrimonio Nacional, eso sí, el uso era
exclusivo de la familia real.
En
cualquier caso el regalito dio mucho que hablar sobre la oportunidad de que se
aceptara un obsequio de un importante grupo de presión. En fin ya sabemos que
se dijo que era en agradecimiento por la publicidad que hacía de Baleares la
presencia de la familia real. Pero hubo muchas dudas.
Ahora,
cuando la crisis nos azota, cuando el paro nos angustia, cuando la pobreza
crece a niveles casi de país tercermundista, como se decía antes, nos vienen a
recordar el nivelazo de vida de la familia real. Y nos quieren vender la
renuncia al yate Fortuna como gesto de austeridad, vamos para hacerse
publicidad de que ellos también se ajustan el cinturón. Pero a qué agujero del
cinto, a la vista de esas cifras, la holgura con la que cuentan es muchísima
hasta llegar a entallarse como la media nacional. Tanto holgura como
26.000 euros, sí, 26.000 eurazos, que vale llenar el tanque del barco
para darse sus paseítos.
Más
le hubiera valido al rey renunciar al Fortuna sin hacerse publicidad. Ser
discreto y no restregarnos por la cara de parados, dependientes sin ayudas,
estudiantes sin becas, enfermos de cáncer con prestaciones sanitarias
recortadas....que su austeridad supone recortar el lujazo de disponer de un yate
valorado en 21 millones de euros con un coste de 26.000 euros para llenar el
tanque, sin entrar en los gastos de tripulación, servicio o mantenimiento
durante todo el año.
Sé
que puede parecer demagogia pero ¿quieren hacer una encuesta en la calle para
ver el número de ciudadanos de a pie que están de acuerdo? Y sabiendo esas
cifras, me temo que las sospechas sobre el nivel del vida de la familia real no
han parado.
En
tiempos de austeridad, discreción en todos los sentidos, es lo mínimo que se
puede pedir.
Y
como nota a pie de página, ya que de la familia real estamos hablando, no
quiero dejar de destacar también lo positivo. Muy positiva fue la conferencia
ayer de la princesa Letizia afeando la conducta a quienes nos quieren engañar
al hablar de la crisis con palabras, como mínimo, confusas. La periodista
Letizia Ortiz dijo que no está bien hablar de crecimiento negativo para
referirse a la recesión. No, no está bien, efectivamente, es una mentira.
Hace mucho que se dice critica esa mala costumbre. Pero es bueno, muy bueno,
que lo haya hecho la princesa.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (2)
21688 | Manuel - 29/05/2013 @ 00:40:39 (GMT+1)
Un rey sin Fortuna http://histericapeninsula.blogspot.com.es/2013/05/un-rey-sin-fortuna.html
21353 | Rosa Paredes - 18/05/2013 @ 10:25:35 (GMT+1)
¡ Lo que es la vida! Siempre hay algo en el aire que te lleva a tiempos ya vividos y lejanos. En este caso y leyendo lo que leo en cuanto a navegación y yates se refiere, me voy al puerto de mi ciudad. Los días festivos y con la "ropa de domingo", nos íbamos en barca a recorrer la bahía. Aún puedo recordar a esa niña que subía al primer piso de la barquichuela y dejaba asomar su asombrada mirada hacia todo lo que le rodeaba. Una de las delicias de ese paseo y ya en altamar, era ver asomar las cabecitas de los delfines. Si cierro los ojos, puedo respirar aquella brisa marina que movía el flequillo de aquella niña feliz...
Volvamos a la realidad de la vida actual. Veo que nuestro Monarca, Don Juan Carlos, se va desprendiendo, poco a poco, de los yates que lo llevaban a surcar los mares. El Bribón fué el primero en desaparecer. Tras el mismo, ahora la desdicha es para el Fortuna. Es curioso. Enlazo los dos nombres y me entra la risa floja. Últimamente ando mal de los nervios y eso hace que haga castillos "en el aire". ¡En fin, las cosas andan mal y la pela es la pela! Hay que reducir gastos de todo tipo. Por lo que he leido en primera y última plana, el mantenimiento de estos dos yates, era considerable. Cada vez que salían a navegar, se desembolsaban miles de euros. ¡Dios, es para pegarse de bofetadas, viendo y oliendo la miseria del día a día! Unos nacen con un jamón de pata negra bajo el brazo, y otros vienen al mundo en la más completa desnudez.
Se me ocurre pensar, dándole a la tecla, que hay consuelo para todo. Nuestro Rey no tiene yate, pero otros desgraciados que carecen de pan y agua, viajan en pateras...
Lo dicho. Unos nadan en la abundacia y otros se ahogan...
http://rosaparedes-rosa.blogspot.com
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