Conciertos del polifacético artista presentando esta nueva obra
Aute nos vuelve a explicar la vida con 'El niño que miraba el mar' en disco y película
jueves 29 de noviembre de 2012, 08:48h
Sublime sin interrupción. Así los quería el genial y maldito Baudelaire. Así es el polivalente genio Luis Eduardo Aute. Bendito Aute, que medio siglo después de sus primeras creaciones musicales, luego ampliadas a las poéticas, pictóricas y cinematográficas, continúa 'pariendo' sin descanso. Como ahora, que saca a la vez película y disco interrelacionados, 'El niño que miraba el mar', en los que vuelve a explicar con mirada inteligente y crítica algo tan sencillo y complejo como la vida. Casi nada. Una serie de conciertos, con doblete en Madrid los días 11 y 12 de diciembre, lo llevarán por diversas ciudades de nuestro país.
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La banda sonora de ya varias generaciones de españolitos, sin olvidar también el enorme éxito del artista en Hispanoamérica, se nutre de las música de este intelectual comprometido con su época y su gente. De este Luis Eduardo Aute progresista y cualquiera de sus ya míticas canciones dentro de sus 33 álbumes, 33: 'Aleluya', 'Giraluna', 'La belleza', 'Rosas en el mar', 'De aluna manera', 'Al alba', 'Una de dos', 'Las cuatro y diez', 'A por el mar', 'Atenas en llamas', 'Alevosía' y un larguísimo etcétera sin interrupción. A las que se unen ahora las 12 que se incluyen en 'El niño que miraba el mar'.
Sin olvidar, naturalmente, la faceta de pintor y dibujante, merced a la cual, entre otros muchos logros, dio a luz una película -con música suya, claro- de auténtica referencia, 'Un perro llamado Dolor', perfecta, crítica, críptica, escéptica, inquietante y surrealista fotografía de nuestra historia a base de más de cuatro mil dibujos realizados a mano. Un film cuya continuidad se sigue ahora con este 'El niño que miraba el mar', a base de la impagable y esforzadísima labor de otros tantos dibujos fotograma a fotograma y que se acompañan con la música del propio y polifacético artista.
Sobre esta película, que acaba de salir a la venta en un DVD junto con el CD de la docena de canciones se centrarán sus recitales, que comienzan este miércoles 5 de diciembre en Cádiz para recorrer la geografía española a lo largo de las siguientes semanas, con dos paradas fundamentales: el doblete de Madrid, los días 11 y 12 en el Teatro Español, y la actuación en Barcelona, dos fechas después en el Teatro Paralel.
Letras definitorias y definitivas
Y 'El niño que miraba el mar' es la canción que abre el disco con versos definitorios y definitivos como éstos: "Cada vez que veo esa fotografía que huye del cliché del álbum familiar, miro a ese niño que hace de vigía oteando el más allá del fin del mar", y "nunca satisfechos del reparto, matamos por hacer un gran papel: jamás un figurón del tres al cuarto porque hay que ser cabeza de cartel"). Le siguen 'Cera perdida': "Pero seguimos siendo ciegos queriendo ser moldes de yeso y muertos que imitan la vida, apenas un gélido beso a un resto de cera perdida", y 'Las musas': "Puedo decir, después de todo lo sufrido agasajando a musas con el corazón, que aún no sé qué impulsa ese primer latido que me demanda darles sangre de canción".
Tras la cual, 'Feo Mundo Inmundo': "Sino porque ya se ha hecho con todo el poder esa casta que idolatra al dios de la horterada, que en su duda ante el dilema de 'ser o no ser' sueña con ser el caudillo de la Gran Bancada". '¡Qué necesidad!': "Todo lo entiendo, Dios mío, todo lo entiendo menos el desastre de crear el lastre de la necedad". 'Señales de vida': "Te puedo decir, mi amor cenicida, que gracias a ti empiezo a sentir, muy dentro de mí, señales de vida". 'No hay manera': "Uno intenta, mal que bien, vivir de acuerdo con la vida, con su claridad oscura y en su clara oscuridad, inventándose el trayecto de ese viaje sólo de ida sin pagar peaje al cielo por un trozo de maná".
Después llega 'Latido a latido': "Amiga mía, yo te pido, en esta quema a la deriva, tu corazón más encendido para que el soplo nos reviva latido a latido". 'El basilisco': "La veda que una banda de bandidos levantó sin límites de coto ni respeto al calendario, está agotando la última paciencia del reloj que empieza a hacer recuento de las piezas del osario, que duerma lejos del aprisco el basilisco". 'Un verso suelto': "No puse en duda el respeto al contrario aún a sabiendas de que el veredicto sobre el Poder y la Calle en conflicto lo dicta siempre el ladrón del erario". Y el álbum concluye con un toque muy de Aute por su humor cínico y surrealista en 'La ley de Galilei': "Bajo la luna se amaron un murciélago y una luciérnaga... pero su ciega, encendida pasión, no superó las luces del amanecer".