2013 está resultando un año de lo más interesante en cuanto
a nueva música, si los dos primeros meses del año nos dejaban cosas tan interesantes
como los nuevos discos de los jóvenes Foxygen, Torres (no confundir con el
delantero del Chelsea) o Unknown Mortal Orchestra y de veteranos como Nick Cave
o el esperadísimo nuevo disco de My Bloody Valentine, marzo parece confirmar
que 2013 dejará una gran cosecha musical.
Muchas cosas y muy variadas nos está dejando este mes,
comenzábamos con la estupenda noticia de la vuelta de David Bowie, como ya
dijimos en la crítica de 'The Next Day' el autor de 'Ziggy Stardust' no ha
defraudado y tras diez años de ausencia ha vuelto con su mejor trabajo desde 'Scary
Monsters'
Otros que han vuelto han sido unos auténticos fanáticos de
Bowie, se trata de Suede que llevaban sin publicar disco desde 2002 y ahora han regresado con 'Bloodsports'. Sin llegar a las cotas de sus tres primeros
discos, los de Brett Anderson consiguen un disco bastante potable que supera
con creces los decepcionantes 'Head Music' y 'A new morning'. Lo más destacado,
su single de presentación 'It starts and ends with you' que suena como un corte
de 'Coming up'.
Pero no todo han sido viejas glorias, Hookworms y Youth
Lagoon demuestran que la psicodelia vuelve a vivir días de vino y rosas. Claro
que cada uno desde su perspectiva, la de los primeros está más enfocada al
Space Rock de grupos como Hawkwind. Su disco de debut, 'Pearl Mystic', les ha cubierto
de elogios, desde Drowninsound le han colocado la máxima puntuación y le han
colgado la etiqueta de "perfecto". No llegaría a decir tanto, pero está claro
que estos chicos apuntan alto. Youth Lagoon bebe más de Syd Barrett, aunque
todavía más de los Mercury Rev de 'Deserter´s songs'.
En el terreno más rockero The Men ha sacado su cuarto disco
en cuatro años. Su evolución sigue al alza, si comenzaron como un grupo de
hardcore, en 'Open your heart' ya mezclaban a The Replacements con los Stones,
pues bien ahora en este 'New Moon' siguen su búsqueda de las raíces y
demuestran que en su dieta musical también entran ahora The Band y Allman Brothers. Si hace
tres años algún seguidor llega a pensar que una canción suya iba a empezar con
harmónica y slide guitar le hubiesen tomado por loco. Un grupo y un disco muy a
tener en cuenta.
En el terreno indie muy a destacar el íntimo disco de debut
de Daughter, 'If you leave', y el segundo disco de Waxahatchee, 'Cerulean Salt',
un proyecto tras el que se esconde Katie Crutchfield que ha sabido depurar las
esencias del mejor indie de los 90, con ecos de los grandes momentos de Liz
Phair.
Otro que se esconde detrás de un nombre ficticio es Matthew
Houck, que ha sacado 'Muchacho' su sexto trabajo bajo el sobrenombre de
Phosphorescent, su 'Song for Zula' es desde ya una de las canciones del año
pero el disco esconde otros tesoros como ese 'The Quotidian Beasts' en el que
parece como si Neil Young y los Crazy Horse se pusiesen a hacer una jam sobre
el 'Wicked game' de Chris Isaak.
No se queda atrás el segundo disco en solitario de John
Grant, 'Pale green ghosts' quien tras el íntimo de 'Queen of Denmark' le ha
añadido unos toques electro pop a canciones como la canción que le da título, 'Blackbelt'
o 'Sensitive New Age Guy', claro que donde verdaderamente lo borda es en esas
maravillas de pop barroco que son 'It doesn´t matter to him', 'Glacier' o la
increíble 'GMF', acrónimo para 'Greatest Motherfucker'
También ha llegado el segundo disco de los experimentales
Suuns, 'Images du futur', y una nueva demostración de clase de los veteranos
Low, 'The invisible way', producido por Jeff Tweedy, y que cuenta con esa
preciosidad que es 'Just make it stop'. Otra de las grandes revelaciones ha
sido el disco de debut de Rhye, 'Woman', un álbum que derrocha clase y recuerda a los momentos más brillantes de la carrera de Sade.
Para finales de mes llegará el quinto trabajo de The Strokes,
'Comedown machine'. Siendo bastante mejor que su anterior trabajo 'Angles' este
tampoco será el trabajo con el que dejar de añorar 'Is this it?', aunque alguna
canción como el single 'All the time' o '50/50', las que más suenan a los dos
primeros discos, nos recuerdan lo buenos que fueron. Entre el resto hay alguna
sorpresa agradable como ese homenaje a la música de Michael Jackson que es 'Tap
Out' o la poppie 'Happy ending', pero, por lo general, suena más a disco en
solitario de Julian Casablancas que a obra conjunta.