La compañía
Power Balance escribió: "Reconocemos que no hay ninguna prueba científica creíble que respalde nuestras afirmaciones", e incluso acordó devolverle su dinero a sus clientes que consideraran que fueron engañados.
El reconocimiento de la empresa, sin embargo, se difundió por todo el mundo desde que alcanzó un acuerdo con la Comisión del Consumidor y Competencia de Australia el 22 de diciembre.
Los críticos fustigaron a la empresa a través del portal de los mensajes electrónicos Twitter y a aquellos que creyeron en el poder de sus pulseras. Pero sus simpatizantes insisten en que las pulseras les ha ayudado a mejorar su desempeño.
La empresa comenzó a vender las pulseras en el 2007 con hologramas que presuntamente están diseñados para interactuar con el flujo natural de energía del cuerpo de las personas.
Desde entonces, las coloridas pulseras, que se venden por 29,95 dólares, se han vuelto muy populares al ser usadas por jugadores de la NBA como
Lamar Odom, de los Lakers de Los Angeles, o como el futbolista inglés
David Beckham. Celebridades como los actores
Robert De Niro y
Gerard Butler también las usan.
La empresa vendió 8.000 dólares de mercancía en el primer año y esperaba haber cerrado el 2010 con ventas superiores a los 35 millones de dólares.