'Las Arenas Olvidadas' comienza con la llegada del protagonista al palacio de
Malik, su hermano, que sufre el ataque del enemigo. Malik, en un intento de salvar a los suyos, despierta al ejército del Rey Salomón. El resultado: aparecen esqueletos y monstruos gigantescos que acaban con todo lo que encuentran a su paso, sin distinguir 'buenos' y 'malos'. Para acabar con ellos definitivamente, nuestro Príncipe tendrá conseguir reunirse con su hermano para juntar las mitades del sello que portan cada uno de ellos -y con las que se despertó al ejército-.
Así, para encontrar a Malik, habrá que enfrentarse a los enemigos, a los saltos, escaladas y demás filigranas. Pero también a los puzzles que nos plantean y que la mayoría de las veces consistirá en pulsar botones y mover palancas.
Los puntos de experiencia serán de mucha ayuda para mejorar las habilidades que vamos adquiriendo según avanzamos en la historia. La posibilidad de congelar el agua, y como no podía ser de otra manera, la de retroceder en el tiempo ayudarán al Príncipe a lograr sus objetivos.
Gráficamente, el juego está bastante logrado. Con suficiente variedad en las estancias del palacio que recorremos aunque los esqueletos y demás enemigos se repiten demasiado, eso sí resulta muy, pero que muy divertido -también muy fácil- luchar contra 30 - o más- de estos bichos a la vez. La música y los efectos sonoros ayudan bastante a ambientar la aventura aunque en ocasiones no destaca demasiado.
Quizá lo peor del juego es que se hace algo corto y la facilidad de los combates, pero no se puede negar que esta nueva entrega del Príncipe de Persia es muy entretenida y su modo supervivencia resulta tremendamente adictivo.
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