En esta década han aparecido varias estrellas femeninas, muchas no son más que productos que venden a la mujer como un objeto otras son conscientes de su propia sexualidad y la saben expresar y otras sólo intentan que a su música se la valore igual que a los hombres, sin tener que ser valoradas por su imagen. Sin duda en estos años
Madonna ha conseguido mantenerse en lo más alto tanto de popularidad como de gustos musicales. La Ciccone ha demostrado ser una de las personas más listas de todo el negocio, podrá gustar o no pero nadie debería olvidar que mantenerse durante casi treinta años en lo más alto no es nada fácil.
Dentro del pop más comercial podemos contar también a superestrellas como
Beyoncé o
Kylie Minogue. La primera se ha convertido en uno de los grandes fenómenos de la década gracias al éxito de su primer disco en solitario. Mucha culpa de ello tuvo “
Crazy in love” una de las canciones más pegadizas de los últimos años. Aunque si hablamos de canciones pegadizas el “
Can´t get you out of my head” de Kylie Minogue se lleva la palma. Gracias a esta canción la carrera de la australiana tuvo una segunda oportunidad.
![](/imagenesPieza/amy_winehouse_1.jpg)
Pero, sin duda, de la mujer que más se ha hablado más en los últimos años ha sido de
Amy Winehouse, claro que se ha hablado más de sus múltiples polémicas que de su música, una nueva prueba del amarillismo que ha inundado el mundo del periodismo, más preocupado por la vida privada de la gente que por lo que esta ofrece. Pero no caigamos en el mismo error, Winehouse sacó un primer disco en 2003 llamado
“Frank” con ligeros tintes de smooth jazz y se reveló totalmente de la mano de
Mark Ronson con “
Back to black” (2006) un LP con fuerte sabor a soul y a los grupos de chicas de finales de los 50 y principios de los 60.
“Rehab” sonó machaconamente una y otra vez pero nadie diría “no, no, no” a otra escucha. Aprovechando el tirón de Amy apareció
Duffy con la colaboración estelar de
Bernard Buttler ex guitarrista de Suede, el resultado dio como resultado un single estelar “
Mercy”. Puede que Duffy no sea más que un producto pero también lo eran las
Ronettes de la factoría de
Phil Spector y entregaron “
Be my Baby” y varios clásicos más. Hay veces en que los productos prefabricados entregan mejores canciones que los autores más underground.
Dentro de las mujeres que han realizado su propio trabajo han destacado dos veteranas de los noventa,
PJ Harvey y
Cat Power. Polly Jean entregó uno de sus mejores discos con “
Stories from the city stories from the sea” y Cat Power nos enamoró con “
The Greatest” un disco que también la acercó a sonidos más negros que anteriores trabajos. En el Reino Unido
Lilly Allen destacó por sus lenguaraces letras y por algunos de los singles más tarareables de la década como
“Smile” o
“LDN”. Por otra parte la mexicana Julieta Venegas se destapó como una de las artistas más personales con “
Si” y “
Limón y sal”.
Mención aparte merecen
Beth Gibbons y
Carla Bruni. La vocalista de
Portishead aprovechó el enorme parón de su banda para publicar en 2002
“Out of season”, su único disco en solitario hasta la fecha. Con este trabajo Gibbons demostró su tremenda intensidad y calidad como cantante. El año pasado apareció, por fin, el nuevo trabajo de Portishead, una gran noticia para todos los que admiramos a una de las mejores vocalistas de los últimos años. Por último, la Bruni recuperó algunas buenas esencias de
Françoise Hardy para terminar convirtiéndose en la señora
Sarkozy, algo que, queramos o no, hace que “
Quelqu´un m´a dit” ya no nos suene tan bien.
Las canciones que vienen a continuación tienen tan pocas cosas en común como las mujeres que las cantan pero no por ello dejan de ser parte de las mejores canciones de los últimos diez años: