La otra cara del Congreso del PP andaluz
Entre perros y boquerones
Y mira
que el dispositivo de seguridad alrededor del lugar dejaba bien a las claras
donde estaban los políticos. Pues ni así. El caso es que el congreso del cambio
o de la renovación y cuyo lema "Andalucía: Unidos por el cambio" recordaba
bastante a otros eventos similares de sus habituales enemigos políticos, se
inauguró con cierto retraso por la ausencia hasta media mañana de la secretaria
general del PP y de los ministros de la tierra, Cristóbal Montoro y Fátima Báñez quienes se hicieron esperar casi hasta mediodía. Tampoco vino
mal porque las excesivas normas de seguridad consiguieron que se produjeran
interminables colas ante los arcos antimetales con el consiguiente cabreo de
las señoras compromisarias que se veían obligadas a deshacerse de los abrigos, las
chaquetas, los bolsos y demás accesorios
para que los agentes les pasaran los detectores que siempre sonaban al llegar a
los zapatos. El atasco tuvo que deshacerse cuando alguien dio la órden de dejar
que entraran en el plenario por más que sonaran los pitos de los detectores y
se encendieran las luces rojas.
Aquello más que una cita congresual parecía un programa del
"Mira quien baila" ya que todos los protagonistas llegaban en pareja. Los
primeros en acudir, a eso de las diez, fueron Javier Arenas y su inseparable
ex secretario general y presidente del PP de Cádiz, Antonio Sanz; poco
después hacían su entrada los todavía responsables andaluces del partido, Juan Ignacio Zoido y José Luis Sanz junto a Alicia Martínez y el presidente del PP sevillano, Juan Bueno. La delegada
del Gobierno, Carmen Crespo, encargada de presidir la Mesa
del Congreso llegó a dos pasos de Carlos
Floriano y Esteban González Pons. Cada oveja con su pareja,
faltaría más. El gran protagonista del día, Juanma Moreno,
acompañado por parte de su nuevo equipo, acumuló a su alrededor cámaras y
fotógrafos que buscaban la foto, no cualquier foto, sino la foto del día que no
era otra que la de Cospedal y Moreno sonrientes y juntitos como buenos colegas
de partido. Tardó en producirse pero llegó, vaya que si llegó. Tanto que al
final, después de tantos abrazos ambos parecían una pareja de hecho bastante
bien avenida y no esos enemigos acérrimos que muchos nos habían vendido de
antemano.
De los 1.564 compromisarios
acreditados, el veinte por ciento, unos trescientos, eran malagueños. Vamos, que el de ayer fue un congreso de
boquerones que se han hecho con el control del PP andaluz gracias a los
magníficos resultados electorales conseguidos en toda la Costa del Sol y el
aumento de su militancia en la provincia. Era normal que, con estos mimbres,
Sevilla le cediera el mando a Málaga. No había alternativa al menos hasta que
el PP consiga darle el vuelco a los resultados electorales en la provincia cuna
de Susana Díaz, algo que, de momento, parece bastante improbable por más que Zoido obtuviese un triunfo por goleada
en la capital hispalense en las últimas municipales y Sanz y los suyos
conquistaran varias localidades del cinturón sevillano.
En cuanto a los discursos del
plenario no quiero aburrirles demasiado con su pormenorizada exposición y si
les digo que se pueden resumir en una palabra repetida hasta la saciedad por
todos los oradores/as: UNIDAD. Desde Carmen
Crespo a Javier Arenas pasando
por el presidente de NN.GG., Luis Paniagua, el presidente del PP de
Sevilla, Juan Bueno, el secretario general del PP-A saliente, José Luis Sanz, y la
secretaria general, María Dolores de Cospedal, todos la
utilizaron por activa y pasiva. Para cualquier espectador externo, esa
insistencia sólo se debía a recalcar algo que no ha sido la norma habitual del
comportamiento de los dirigentes populares en los últimos meses. Ha habido un
combate singular entre pesos pesados del partido, un pulso titánico por ver
quien se llevaba el gato al agua. Y el jefe Mariano Rajoy se decidió finalmente
por Juanma Moreno. Punto en boca.
Ahora todos sin excepción a apoyar al nuevo
líder que tiene ante sí el reto de enfrentarse nada más y nada menos que a la
gran estrella socialista, Susana Díaz para tratar, no sólo de ganarle
las elecciones, que sería lo de menos, sino de arrebatarle la Presidencia de la
Junta, algo que se contempla en estos momentos como una utopía. No es de
extrañar que cuando pregunté por qué se había dilatado tanto el cambio de
dirigentes en en PP andaluz y no se había producido este relevo hace un año ya
que, de convocar Susana elecciones anticipadas en Andalucía, Moreno estaría "vendido"
por la falta de conocimiento entre los votantes, alguien confesara "soto voce":
"Juama es una apuesta segura a medio y largo plazo". Así lo ve también Arenas
quien le pidió al candidato "menos fotos y más kilómetros" para darse a
conocer.
Lo que sí parece más que evidente
es que, aunque tarde, el PP andaluz ha afrontado una renovación extrema de
dirigentes colocando a su cabeza a jóvenes políticos que deberán cambiar la
imagen que todavía tiene el partido en buena parte de la Andalucía profunda. Es
posible que Moreno lo consiga con la tutela de los de siempre. Para ello tiene
el respaldo de casi la unanimidad de los compromisarios que anoche apoyaron su
nueva Ejecutiva. Se acaban así diecinueve meses de interinidad de una
dirección, la comandada por Zoido y Sanz, que no ha logrado vences las
reticencias de los grandes dinosaurios del PP andaluz. Hoy Rajoy le dará su
bendición al nuevo líder designado por él mismo mientras a escasos quinientos
metros doberman, caniches, cocker, pastores, bulldog, bóxers, mastines, dogos,
galgos, podencos, yorkshires, lebreres,
setters, robweillers y teckels se
disputan quien está más preparado para ganar el concurso.