Recurrirá al Constitucional todas las
acciones que vulneren la Carta Magna
Sáenz de Santamaría devuelve el órdago a de Gispert: la consulta soberanista no se celebrará en Cataluña
viernes 10 de mayo de 2013, 16:46h
"Esa consulta [soberanista] no respeta la
Constitución" y, por lo tanto, no se realizará nunca... al menos mientras
gobierne el Partido Popular. Es lo que ha venido a responder la vicepresidenta del
Gobierno, Sáenz de Santamaría, a la presidenta del Parlament catalán, Núria de
Gispert, que consideró que la declaración soberanista suspendida por el Constitucional
sigue "vigente". El Gobierno ha dicho este viernes que 'acumulará' a
la impugnación admitida por el TC todo acuerdo que incumpla la suspensión
decretada.
Mientras el presidente Rajoy compartía espacio en
Cataluña con el presidente regional, Artur Mas, la vicepresidenta Soraya Sáenz
de Santamaría replicaba con contundencia al último órdago soberanista de CiU que
asegura que diga lo que diga el Constitucional, la declaración soberanista
sigue su curso y que también lo hace la consulta separatista anunciada por
Artur Mas.
Pero lo cierto es que ahora el Ejecutivo se siente
reforzado por la suspensión de la declaración soberanista catalana ordenada por
el Tribunal Constitucional, y la vicepresidenta ha respondido al nuevo órdago
de Núria de Gispert, presidenta del Parlamento catalán, anunciándole que "aquellas
actuaciones que supongan incumplimientos de la suspensión, lo que el Gobierno
va a hacer es enviarlas o incorporarlas al Constitucional para que tengan sus
efectos y para poner en evidencia la suspensión" de la declaración soberanista.
La vicepresidenta del Gobierno ha incluido en la
advertencia a los dirigentes políticos, a los que les ha recordado que deben
atenerse a las leyes y a la Constitución también en sus declaraciones y que
serán los órganos judiciales y la fiscalía los que procedan, si lo ven
necesario: "Entiendo que manifiesten lo que estimen oportuno, pero tiene
obligación de respetar la Constitución y las leyes", ha dicho.
En un momento determinado se le preguntó explícitamente
si, pese a todo, se iba a celebrar la consulta separatista propugnada por Artur
Mas en el periodo que queda de legislatura, hasta 2015. La vicepresidenta
eludió la respuesta directa, pero dijo la siguiente frase, que es muy
significativa teniendo en cuenta el contexto en el que se pronunció: "Esa
consulta [soberanista] no respeta la Constitución" y, por lo tanto, dio a entneder que no se
realizará nunca...
Todo será recurrido al Constitucional
La verdad es que el Gobierno de derechas de Rajoy
se siente muy cómodo y confortado por la decisión del Alto Tribunal de admitir
a trámite su impugnación de la declaración soberanista catalana: un acierto de
los servicios de la Abogacía del Estado que la prepararon, según Sáenz de
Santamaría, y que "abre la vía para poder recurrir, impugnar o incorporar a ese
recurso todo lo demás. Estamos en mejor situación para defender la Constitución
que al inicio", explicó en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros,
justamente cuando Mariano Rajoy y Artur Mas coincidían en Barcelona en la
inauguración del Salón del Automóvil.
Así que, el Gobierno lo tiene claro: todo acuerdo soberanista
que el Gobierno entienda que contraviene la Constitución, o que desarrolle la
declaración soberanista estando ésta suspendida, será objeto de un recurso
separado o de su incorporación a la impugnación ya admitida: "Son las
reglas del juego", dijo Sáenz de Santamaría, que insistió en que este
proceso es la confirmación de que "las instituciones funcionan" y que
se debe confiar en las mismas.
En todo caso, la vicepresidenta contraatacó con lo
que parece una realidad política incuestionable: dio a entender que Mas se ha
lanzado a este proyecto como última balsa salvavidas para su propio futuro
político. No lo dijo con estas palabras, claro, pero sí afirmó que se están
utilizando "debates de esta naturaleza" para "eludir" otros
asuntos, como la salida de la crisis mediante la gestión diaria: "El
objetivo de país, de todos, debería ser ese y no eludir esa responsabilidad,
tratar antes esas dificultades de la gestión diaria que hacer discursos que el
propio Tribunal Constitucional ya ha dado un mensaje de cómo puede terminar".