La vicepresidenta primera, ministra de la
Presidencia y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha tomado
posesión de su cargo y lo ha hecho, según precisó, con "ganas y
humildad" y para trabajar con "tesón y esfuerzo" y sabiendo que
tienen una "responsabilidad histórica". En su discurso prometió
moderación, diálogo con todas las fuerzas políticas y la sociedad y
coordinación del Gobierno en la lucha contra el paro. Sáenz de Santamaría
acumulará el máximo poder al depender de ella el CNI, que antes estaba en
Defensa.
No cabe duda de que
Soraya Sáenz de Santamaría es la
auténtica número dos del Gobierno: a Vicepresidencia primera y Ministerio de la
Presidencia acompaña el cargo de portavoz y, sobre todo, los servicios
secretos, el CNI, que antes dependían del Ministerio de Defensa. Por ella
pasará toda la coordinación del Gobierno de
Mariano Rajoy, pero, también, toda la
información sensible de este país.
El Centro Nacional de
Inteligencia (CNI), adscrito hasta ahora al Ministerio de Defensa, pasa a
depender del Ministerio de Presidencia en el nuevo Ejecutivo de Rajoy,
tal y como dispone la disposición adicional segunda del Real Decreto de
reestructuración de los departamentos ministeriales, publicado en el Boletín
Oficial del Estado (BOE). Así, el CNI dejará de depender de
Defensa, si bien, por el carácter de sus actividades, seguirá trabajando en
estrecha colaboración con esta cartera, así como con los Ministerios de Asuntos
Exteriores y Cooperación e Interior, tal y como es habitual.
El CNI es el Organismo Público encargado en
España de facilitar al presidente del Gobierno las informaciones, análisis,
estudios o propuestas que permitan prevenir y evitar cualquier peligro, amenaza
o agresión contra la independencia o integridad territorial de España, los
intereses nacionales y la estabilidad del Estado de derecho y sus
instituciones.
Arropada al máximo en su toma de posesiónSáenz de Santamaría ha tomado posesión de su cargo acompañada
del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, del presidente del Senado,
Pío
García Escudero, de la secretaria general del PP,
María Dolores de Cospedal, y
de numerosos miembros del nuevo Ejecutivo, entre los que se encontraban el
ministro de Industria,
José Manuel Soria; el titular de Interior,
Jorge
Fernández-Díaz; las ministras de Fomento,
Ana Pastor, y de Empleo y Seguridad
Social,
Fátima Báñez, y del de Exteriores,
José Manuel García Margallo.
También se dieron cita en el complejo de La Moncloa
compañeros de escaño, como el nuevo portavoz del Grupo Popular en el Congreso,
Alfonso Alonso. Asimismo, estaban presentes el director del CNI,
Luis Sanz
Roldán, departamento que pasa a depender de Presidencia, es decir, de ella, y
la líder del PP catalán,
Alicia Sánchez Camacho.
Recibió la cartera su antecesor en Presidencia,
Ramón Jáuregui, y luego agradeció a Rajoy su "confianza": "Asumo
los mejores consejos que él me dio y este cargo, con sentido del deber, con
sentido común y con cierto sentido de la deportividad que siempre dice el
presidente del Gobierno que hay que tener".
Sáenz de Santamaría recordó que hace once años había
llegado a este mismo Ministerio con "mucha ilusión y muchas ganas",
por lo que conoce a los trabajadores, ya que fue uno de ellos. "Hoy vuelvo
a serlo", apostilló y recordó que se trata de trabajadores "leales y
comprometidos". "Hoy vuelvo al Ministerio con mucha ilusión, todavía más
ganas y mucha humildad", recalcó al tiempo que adelantaba que agradecerá
la "lealtad" y también la "crítica" cuando se equivoque,
porque dijo estar segura de que "habrá equivocaciones" y es mucho
mejor "paliarlas cuanto antes". Hubo un momento en su discurso que
estuvo a punto de emocionarse recordando, según explicó después, a Francisco
Villar, su mentor, fallecido durante la pasada campaña electoral.
La ya vicepresidenta se comprometió a llevar la
tarea en el "mejor de los ambientes y con la mejor de las
disposiciones" y recordó que estos días, en la calle, los ciudadanos que
encontraba le decían lo mismo: "tenemos las esperanzas puestas en vosotros
y no nos defraudéis".
Esfuerzo, tesón, diálogo y moderaciónPara Sáenz de Santamaría, éste es un momento de
"mucha responsabilidad y una responsabilidad histórica para el país"
y dijo asumirla "con esfuerzo, con tesón, sabiendo que de nosotros depende
el bienestar de mucha gente y que, de
nuestro esfuerzo y en nuestra mano está mejorar en lo posible su calidad de
vida".
Además, se comprometió a hacer su trabajo con
"diálogo y moderación". Y el diálogo, expuso, con todas las fuerzas
políticas y también con los ciudadanos. En este sentido, explicó que "uno
puede tener siempre algo de razón o no, pero hay que tener bien presente que
otros puedan tener sus razones y hay que escucharlas y del contraste de razones
siempre vienen las mejores soluciones". En un ejercicio de unidad frente a
la crisis que todos tenemos que llevar a cabo.
También mostró su voluntad de tener un diálogo con
la ciudadanía "desde la sinceridad y el realismo" ya que considera
que entre las funciones de Portavoz también está la de trasladar a los
ciudadanos un "diagnóstico sincero de cómo están las cosas de la hondura
de la crisis, pero también hacerles partícipes y cómplices de las soluciones
que pueden llegar a paliarla".
Su aspiración, así como la del Gobierno, es hacer
una "tarea coordinada de Gobierno en ese plan global en el que todos y
cada uno de nosotros tenemos una tarea, poner nuestro trabajo y la labor de los
distintos ministerios en la lucha contra el desempleo, unos para paliarlo,
otros para mejorar la confianza dentro y fuera de las fronteras, otros para
generarlo, otros muchos para que mientras se genera, ningún español se queda
desprotegido".
Jáuregui se despidió con caballerosidadEl exministro de Presidencia,
Ramón Jáuregui,
realizó una breve intervención para constatar el "honor" que ha sido
para él pertenecer al Gobierno de España y para dar la bienvenida a Soraya
Sáenz de Santamaría.
Le explicó que todas las personas que trabajan en el
complejo de Moncloa están a su "disposición" y también reconoció que
le corresponde ejercer el Gobierno en tiempos muy difíciles, "en tiempos
en los que hay que decir que no muchas veces, muchas más que decir que
si".
Expuso que las decisiones que hay que tomar se toman
con "márgenes muy estrechos" y muchas veces "no eligiendo entre
lo bueno y lo malo, sino entre lo malo y lo peor". "Son momentos muy
difíciles, pero también son momentos para la política grande y las políticas y
los políticos grandes", argumentó y deseó a Sáenz de Santamaría "el
mayor de los éxitos" porque, dijo, "vuestro éxito será el de toda
España".
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