Diariocrítico ha hablado con un experto en el tema,
Pere Benito
Ruiz, jefe de servicio de reumatología del
Hospital Universitario del Mar, de
Barcelona, portavoz de expertos en artrosis de la
Sociedad Española de Reumatología,
y nos hemos podido enterar de los detalles de la enfermedad que padece el Rey. Una
condición que, lejos de ser grave, tampoco se atribuye completamente a la
genética.
Para ubicarnos en el tema hay que entender qué
es y qué provoca la artrosis; que se traduce en la insuficiencia de una
articulación causada por una enfermedad degenerativa del cartílago articular (los
extremos de los huesos). Al momento en que las estructuras de la articulación
no pueden desempeñar su trabajo mecánico normal, que es el de soportar el peso
del cuerpo y favorecer la movilidad de esa articulación, entonces estamos
hablando de una artrosis que se traduce en impotencia funcional.
A pesar de que la medicina ha avanzado mucho y
continúa haciéndolo cada minuto. Los profesionales sólo han desarrollado
estudios que avalen que la única artrosis con predisposición genética directa
es la que se desarrolla en los dedos de las manos. De este modo, cualquier
brote de la enfermedad en las rodillas, cadera o columna depende no sólo de la
genética sino de otros dos factores muy importantes que son el desgaste al que
se ha sometido el tejido en cuestión y el tiempo del deterioro (la edad juega
un papel significativo). Por ello podemos afirmar que lo más probable es que la
condición de artrosis de don Juan Carlos se haya visto afectada por el esfuerzo
físico que requiere su cargo, además de condicionada por su historial médico -del
que desconocemos los detalles-.
Sobre la operación
A pesar de ser una de las enfermedades más
frecuentes de la sociedad actual (un 43% de los españoles la sufre) hay que
diferenciar la artrosis que se puede identificar en una radiografía a la
artrosis que manifiesta síntomas. Según los médicos, la enfermedad se atiende
cuando los pacientes sufren dolor, limitaciones y cuando hay alteraciones de la
estructura en las pruebas de imagen (radiografías, escáner o resonancias).
Se decide operar cuando, después de
tratamientos con fármacos antinflamatorios, dieta controlada y fisioterapia, el
dolor o la función de la articulación continúa completamente limitada. Sin
embargo es una intervención segura, especialmente si se está en manos de los
profesionales que atienen al Rey. Fue mucho más complicada la operación de
pulmón a la que se sometió en 2010.
Si tomamos en cuenta el tiempo que toma el anestesista
en preparar al paciente y luego despertarlo, la intervención puede tardar unas
4 horas, pero la operación en sí no supera la hora de duración. Según el doctor
Benito, en algunos casos, este tipo de intervenciones se realizan incluso con
anestesia local.
Postoperatorio
En cuanto a la recuperación, en condiciones
normales, el paciente puede empezar a caminar a las 48 horas con bastones. En
principio, al cabo del mes se retira el primero, y el segundo al cabo de los
dos meses. Pero hay que mencionar que el
Rey estará ingresado por lo menos 3 días, para luego pasar a un tratamiento de
rehabilitación.
El jefe del Estado
estará "ausente" (en sus propias palabras) por un tiempo considerable en relación con su agenda, pero
la Casa Real no ha dudado en comenzar a sustiruir la figura del monarca por la del heredero, el príncipe Felipe, a quien últimamente se le ve de protagonista de muchos actos oficiales.
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