Ya es un auténtico
clamor: le piden a Mariano Rajoy que convoque, en su calidad de presidente de
Gobierno, a los agentes políticos, económicos y sociales para establecer unos
nuevos 'pactos de Estado'; es decir, algo similar a los 'pactos de la Moncloa'
para salir entre todos de la crisis. La última llamada de atención ha llegado a
través de UGT y Comisiones Obreras que, a través de una carta a Rajoy, le piden
la apertura de un proceso de negociación "sincero y responsable" para
modificar la reforma laboral y los Presupuestos Generales del Estado. Sería un
principio negociador de cara a un consenso social más amplio.
En esa misma línea, el
secretario general del PSOE,
Alfredo Pérez Rubalcaba,
ha vuelto a hacer una
llamada al presidente
Rajoy para alcanzar "consensos" en "materias básicas". En
concreto, el 'no traspasar líneas rojas' como la sanidad o la educación; es
decir, los pilares del Estado de Bienestar. Rubalcaba ha pedido que se respeten
los acuerdos preexistentes entre ambos partidos, en especial la Ley de
Estabilidad Financiera, pero, en realidad, el PSOE quisiera llegar más lejos:
un amplio consenso que nos permita salir de la crisis sin desmantelar los
avances sociales conquistados.
Es la línea que,
igualmente, mantienen los dos principales sindicatos. Así, los secretarios
generales de CCOO y UGT,
Ignacio Fernández Toxo y
Cándido Méndez, han
remitido una nueva carta a Rajoy en la que le reclaman la apertura de un
proceso de negociación para la reforma laboral y los PGE. Toxo y Méndez se
basan en el éxito de la movilización social durante la huelga general,
argumentando que "estamos inmersos en un profundo conflicto social".
Un conflicto que
proviene, claro, de la fuerte crisis económica por la que atravesamos, pero
que, a su juicio, empeora con los Presupuestos para 2012, que según creen no
contribuirán a la reactivación económica, generarán más paro y debilitarán los
servicios sociales y la cohesión social.
De momento, los
sindicatos le piden al presidente del Gobierno que, aprovechando el trámite
parlamentario de ambas leyes, se promoviera un "gran consenso social y
político" en favor de la reactivación económica y la creación de empleo
con el fin de que los posibles acuerdos se trasladen al Parlamento en forma de
enmiendas. Es una variante, sin duda, de los 'Pactos de la Moncloa' que llevó
adelante el Gobierno de Suárez durante la transición democrática.
Así lo explican los
sindicatos en su carta conjunta a Rajoy: "España, en las actuales
circunstancias, sin que ello suponga menoscabo de la legitimidad otorgada por
las urnas, necesita de un gran consenso de país que vaya más allá de la reforma
laboral o los PGE 2012, que apueste desde el consenso por la superación de la
crisis económica y la reducción sustancial del desempleo, y que promueva las
reformas necesarias (fiscal y del sistema financiero particularmente) para
impulsar el crecimiento y la creación de empleo".
En ese contexto, Toxo y
Méndez le recuerdan al presidente del Gobierno que un gran consenso de Estado favorecería
el clima social necesario para enfrentar la "compleja situación" de
España, de la que los dirigentes sindicales afirman ser "plenamente
conscientes". Y los sindicatos indican que un gran consenso como el
propuesto relativizaría la conflictividad social que se prevé si las reformas
se adoptan de espaldas a la sociedad.
Pese a estos argumentos,
a fecha de hoy el Gobierno sigue manteniendo que
no es preciso convocar para
ese 'pacto de Estado', tal y como advirtió en el último Consejo de Ministros la
vicepresidenta primera,
Soraya Sáenz de Santamaría, sino que lo que tiene que
hacer es gobernar, realizando las reformas más oportunas. En respuesta directa a Rubalcaba, medios gubernamentales se preguntan: "¿Y por qué rehusó ese consenso el Gobierno de
Zapatero, en el que estaba Rubalcaba?".
Diariocrítico también pone el acento sobre la necesidad de alcanzar grandes pactos en un momento de crisis como el actual y en este sentido varios colaboradores han escrito sus artículos:
-
Economía: emergencia nacional, José Miguel Vila
-
Hay que pedir un nuevo sacrificio a Rubalcaba, por Fernando Jáuregui-
¿Semana de Pascua?, por Francisco Muro de Iscar