La guerra es la guerra, y
las dos candidaturas para quedarse con el sillón de Rodríguez Zapatero han
iniciado ya sus peculiares batallas. Carme Chacón ha arremetido contra
Rubalcaba calificándole como el 'pasado'; los 'rubalcabianos' han contestado
con un documento sobre 'las diez razones para apoyar a Rubalcaba', entre las
que se encuentra el siguiente aserto: "El cambio inteligente no vendrá de
una controversia falsa entre lo viejo y lo nuevo...".
Ha sonado el pistoletazo
de salida para la renovación de la Secretaría General socialista después de que
el Federal haya señalado oficialmente a
Chacón y a
Rubalcaba como precandidatos
para el 38 Congreso del PSOE. Y tras el pistoletazo, el primer sprint inicial:
Carme Chacón ha abierto la brecha alabando a Rubalcaba por sus 'logros' del
'pasado', pero que el PSOE necesita sangre nueva y fresca. Los militantes que
siguen a Rubalcaba han respondido colgando en la web del candidato un documento
en el que se responde, en definitiva, a Chacón.
El documento alude a
estas 10 razones para que Rubalcaba sea el nuevo secretario general socialista:
1. Rubalcaba propone un
Congreso de cambio y unidad. Cambio para renovar nuestro proyecto, respondiendo
a los desafíos de hoy y de mañana desde los valores de siempre. Y unidad para
no prescindir de ninguna idea y de ningún brazo en el esfuerzo común por reconstruir
el PSOE.
2. El cambio inteligente no vendrá de una
controversia falsa entre lo viejo y lo nuevo, ni de un giro brusco de timón sin
un destino claro. El cambio inteligente consiste en mantener lo que funciona y
transformar lo que no funciona. El cambio inteligente no se basa en la edad ni
en los eslóganes, sino en las ideas claras sobre lo que se pretende y en la
capacidad para conseguirlo. Esto es lo que aporta Rubalcaba.
3. Las personas también importan. La
cualificación, el talante y el perfil de los dirigentes determinan el éxito o
el fracaso de las organizaciones abocadas a grandes reformas. ¿Hubiera sido
igual en estos años un PSOE dirigido por Bono o por Rosa Diez? Quienes no se
pronuncian sobre las personas, o bien se equivocan, u ocultan sus intenciones.
Con el respeto debido a las demás opciones, Rubalcaba reúne las mejores
condiciones para liderar un cambio solvente en nuestro partido: su
inteligencia, su fuerza, su ilusión, su experiencia, su capacidad de articular
equipos, su tendencia a integrar posturas, su sentido de la ponderación y su
facilidad para comunicar.
4. Para recuperar el liderazgo social,
político y electoral, Rubalcaba propone recuperar la credibilidad y la
confianza de la mayoría progresista. La credibilidad se consigue mediante la
coherencia, diciendo lo que se piensa, y haciendo lo que se dice. Y la
confianza se logra a través de la complicidad con nuestra gente, compartiendo
su sufrimiento, respondiendo a sus expectativas, trabajando para conquistar
metas colectivas. Rubalcaba incorpora a este reto algo más que frases hechas:
su sabiduría, su rigor y su crédito personal entre los ciudadanos progresistas
de este país.
5. Rubalcaba plantea un liderazgo compartido.
No es tiempo de un líder, sino de muchos. Un liderazgo intergeneracional,
basado en una participación democrática, amplia y abierta, que integre dentro
para integrar fuera. Y un liderazgo seguro y confiable, para un partido de
mayorías y un partido de Gobierno. Los militantes, los votantes de hoy y los votantes
de mañana saben que Rubalcaba es garantía de seguridad y confianza.
6. Necesitamos recuperar
un partido con un proyecto nacional. Esta es una cuestión importante, porque
parte de nuestra credibilidad se ha escapado por aquí. El PSOE apostará siempre
por la diversidad como fuente de riqueza y progreso común, pero los ciudadanos
quieren vernos nuevamente como un partido capaz de vertebrar España en un
proyecto colectivo y solidario, que mantenga el mismo discurso en todos los
territorios. Rubalcaba ha puesto un buen ejemplo: reclamará una legislación
estatal que establezca unos requisitos mínimos en la prestación de servicios
públicos educativos y sanitarios para todos los españoles, vivan donde vivan.
7. Rubalcaba propone un
proyecto socialista renovado. Trabajando por la unidad política y económica de
Europa, como única opción para la viabilidad de las políticas que han de
combinar crecimiento y solidaridad. Asegurando que el poder democrático se
impone a los "otros" poderes. Con una economía al servicio del progreso y de
los derechos de ciudadanía, y no al revés. Apostando por una salida justa de la
crisis, por la regulación financiera, por los estímulos públicos al
crecimiento, por una fiscalidad progresiva, por la defensa firme del Estado de
Bienestar, por la mejora eficiente de los servicios públicos, por un modelo
productivo basado en el conocimiento, por la sostenibilidad ambiental, por la
igualdad radical entre mujeres y hombres...
8. Rubalcaba propone un
nuevo modelo de partido. A la altura de las demandas de una ciudadanía
informada, con criterio y que no se conforma ya con votar y callar. El PSOE ha
sido una gran organización, para la movilización de masas obreras en el siglo
XIX, y para el encuadramiento de los trabajadores en los conflictos sociales
del siglo XX. Ahora, el PSOE debe convertirse en un partido democrático de
participación abierta, permanente, sectorializada y permeable al uso de las
nuevas redes tecnológicas. El protagonismo directo de las bases del partido en
las decisiones relevantes debe estar asegurado.
9. Rubalcaba propone una
oposición útil y firme, que combine la actitud constructiva y leal en la
defensa del interés general, con la beligerancia imprescindible frente a la
derecha cuando esta intente aprovechar la crisis para desmantelar los derechos
sociales. Ya en el Debate de Investidura Rubalcaba dejó claro que no es
partidario de una oposición meramente estética o testimonial, y que trazará con
eficacia las "líneas rojas" cuyo traspaso provocarán una respuesta contundente
del PSOE.
10. El PSOE no necesita
refundarse, ni regenerarse, ni resucitar, porque ni renuncia a su pasado, ni se
ha degenerado, ni está muerto. Los socialistas tenemos los principios y tenemos
las ideas para cambiar y acertar. Ahora tenemos que elegir un liderazgo
solvente. Ese es Rubalcaba.