Atado y bien
atado: Rosa Díez brilla en el II Congreso Nacional de U=PyD inaugurado el
viernes en Madrid y que será clausurado el domingo. El primer día de Congreso,
Díez levantó ovaciones con la ruptura del pacto de Gobierno en Asturias, que
deja al socialista Javier Fernández en minoría. Luego, en las discusiones en
plenario, el informe de gestión presentado por la propia líder de la formación
magenta fue aprobado casi por unanimidad: sólo un voto en contra y 21
abstenciones de un total de 500 delegados. Díez -y los 6.000 militantes que
tiene su partido- se ven ya casi en la cima del poder.
La inauguración
del II Congreso Nacional de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) el viernes fue
de antología,
como contó Diariocrítico; pero especialmente bueno para la líder
de la formación,
Rosa Díez, que ha salido más que triunfadora de su tesis que
convierte a la formación que ella mkisma creó hace seis años en 'alternativa
política' (sic) y una forma de acabar con el bipartidismo imperfecto que reina en
España. Y todo ello, según Díez, mediante la dignificación de la política y la regeneración
de la democracia que parece haber patentado UPyD.
De ahí que la
frase más destacada de este Congreso, que este sábado se limita a aprobar las
ponencias presentadas y a votar por aclamación la única candidatura que se presenta,
sea precisamente ésta: "Somos un partido de gobierno. Hemos de salir de
este Congreso preparados para gobernar España". Díez se metió, pues, a sus
delegados en el bolsillo, y la han respondido con una amplia unanimidad en
cuanto al afecto.
No es de extrañar
que a última hora del viernes, de los 422 delegados asistentes (la cifra máxima
es de 500; luego, faltaban 78), 400 delegados votaron a favor del informe de
gestión que Díez realizó triunfalmente ante el plenario; 21 se abstuvieron y
tan sólo uno votó en contra.
Y es que Díez ha
sabido sembrar ilusión -e incluso ambición- entre los suyos. Por ejemplo, ofreció
las cifras 'políticas' de estos últimos cuatro años: 6.165 militantes censados;
11.394 suscriptores de las publicaciones del partido; 1.100 simpatizantes;
afiliación joven, en una horquilla entre 36 y 45 años; 19 consejos territoriales;
96 agrupaciones; 432 procesos de primarias realizados en toda España; cuentas
"saneadas" y con "superávits"; 55 personas trabajando en
plantilla que absorben el 35 % del presupuesto de la formación, y 480 listas
presentadas en 4 años a todos los procesos electorales celebrados, que han
contado con 8.500 candidatos, más que afiliados. Curiosos datos.
A partir de ahí,
Díez hizo un discurso muy centrado el ideario ético-regenerativo que debe tener
UPyD: "No somos más que un instrumento con una fecha de caducidad que no
está escrita, pero que se escribirá cuando no seamos necesarios".
Y desde luego, triunfaron
las definiciones sobre la labor realizada por el partido y especialmente por su
comité director: una labor 'sincera, rigurosa, cumplidora y fieles al
compromiso y al programa con el que se presentaron a las elecciones'. Y éxito
tuvo, desde luego, la parte dedicada a que habían trabajado para regenerar la
política y dignificar la democracia: "Somos lo que hacemos cada día para
dignificar las instituciones", con la advertencia a todo el mundo de que
"nuestro voto no es un cheque en blanco para nadie".
En el debate
plenario, 18 militantes tomaron la palabra, pero mayoritariamente para apoyar
la gestión de la dirección. Las escasas críticas se han centrado en aspectos
internos como el número de afiliados, cuya progresión algunos militantes ven
muy escasa. Y es que UPyD contaba con 5.974 afiliados en septiembre de 2009 y ahora
cuenta con sólo 6.165. "La tropa es muy escasa, tenemos muchos jefes y
pocos indios", lamentó uno de los delegados intervinientes.
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