El veredicto de las tertulias: una encuesta inoportuna del CIS manda al PSOE al tercer puesto
martes 03 de febrero de 2015, 23:52h
Miércoles de CIS. Las tertulias adelantaron el resultado de
la encuesta que hará pública hoy el Centro de Investigaciones Sociológicas,
filtrado ya la pasada semana sin dar cifras pero con el dato más importante: Podemos
adelanta al PSOE como segunda fuerza política y, por atrás, Ciudadanos es ya la
cuarta en intención de voto. Si se confirma, el PP puede respirar aliviado de
momento y el partido de Pedro Sánchez tiene excusa: el sondeo se hizo en pleno
rifirrafe con Susana Díaz.
Tanto La Linterna como La Brújula como El Cascabel dieron
protagonismo a una noticia que, por sabida, no pierde relevancia por lo que
supone para el PSOE. Incluso teniendo en cuenta que si el CIS hubiera elegido
otras fechas, quizá el resultado hubiera sido distinto. Paco Marhuenda, por
ejemplo, cree que el PP sacará un buen resultado, "no mayoría absoluta, claro" pero
también "que el PSOE se va a recuperar" y es pronto para dar a Pedro Sánchez "por
amortizado".
En la tertulia de Carlos Alsina, Antonio Casado discrepaba
de Jabois sobre que el PSOE no sólo está perdiendo votos hacia Podemos, sino
también hacia el PP. "La recuperación del PP no es a costa del PSOE", insistió.
Javier Caraballo sí cree que hay trasvase del voto más de
centro entre socialistas y populares, pero recomendó esperar a ver cómo
evoluciona el PSOE, que aún queda mucho partido por jugar. Y como contaría
Casado, el voto de Podemos es una incógnita en tanto hay gente que en el
apartado de 'recuerdo de voto' afirma haberlo hecho por este partido en las
últimas Generales, cuando aún no existía.
Cifuentes, al quite
Y ya que estamos en precampaña electoral, una vez más Cristina
Cifuentes ha salido al quite en cuanto Esperanza Aguirre vuelve a sonar como favorita
para encabezar la candidatura del PP al Ayuntamiento de Madrid, uno de los
arcanos insondables que mantiene en vilo a los populares. La delegada del
Gobierno sabe reaccionar, está bien asesorada y parece dispuesta a jugar fuerte.
Anoche, Antonio Jiménez le abrió hueco en su Cascabel.
Se trataba de estar ahí, porque Cifuentes tampoco tiene
datos nuevos sobre las candidaturas de su partido. Insistió en que está muy a
gusto en la Delegación del Gobierno y "que no está en eso", aunque por supuesto
irá donde su partido la necesite, la respuesta estándar en estos casos.
Pero entró en materia, "porque tenemos que recuperar la
confianza de los ciudadanos" y dejó clara su "preocupación" por los sondeos,
que no pintan bien para el PP por la abstención de sus votantes, que no salen
en las encuestas por el llamado "voto vergonzante". Como adversario político no
quiso decantarse ni por PSOE ni por Podemos y dijo que la clave está "en el
centro". Sin embargo, dedicó una buena parte de su discurso a descalificar a la
formación que lidera Pablo Iglesias.
Incluso se permitió insinuar que las cifras oficiales de la
manifestación del pasado sábado en Madrid se redondearon al alza para evitar
suspicacias de los convocantes. "No fue la madre de todas las manifestaciones",
según Cifuentes que, de paso, respondió a las presuntas críticas sobre su
actuación que si la hubiera prohibido "habría incurrido en prevaricación".