El PSOE, a la ofensiva ante su gran 'cumbre': tiene encuestas que le dan ganador en unas elecciones

De hecho, en el PSOE se muestran convencidos de que ganarán ya las elecciones europeas, y de que recuperarán fuelle en los comicios en algunas autonomías -incluso piensan en Madrid, siempre en alianza, desde luego, con Izquierda Unida-y en ciertos municipios importantes, aunque en estos momentos carezca de candidatos de relieve, al menos que se conozcan: solamente en Madrid, hay al menos cuatro candidatos en perspectiva para unas elecciones primarias para optar a la alcaldía. Y, según contaba 'El Confidencial', este lunes es probable que los socialistas hagan pública una encuesta según la cual obtendrían un 35 por ciento de los sufragios en las elecciones generales, por encima del PP y contando con un aumento de los votos obtenidos por formaciones 'menores', como IU y la propia UPyD, que este fin de semana celebró su congreso para plebiscitar a Rosa Díez.
 
--Aún queda mucho partido por jugar--
 
Fuentes del principal partido de oposición han confirmado a este periódico la existencia de sondeos "alentadores", aunque reconocieron que aún es muy pronto para lanzar encuestas con pretensión de definitivas, cuando aún no se conocen siquiera los candidatos que se enfrentarán previsiblemente en noviembre de 2015, una fecha para la que "todavía queda mucho tiempo y muchas vicisitudes por ocurrir". Una entidad privada, que suele elaborar sondeos para su uso interno, también confirmó un cierto 'sorpasso' del PSOE sobre el PP, "algo que no puede considerarse en absoluto definitivo".
 
Entre estas vicisitudes, se admite en el PSOE, la posibilidad de una cierta recuperación de la economía , o, al menos, de una sensación de que la economía tiende a mejorar algo, aunque los niveles de paro no vayan a hacerlo demasiado. El PP confía su remontada electoral a esta sensación de que algunos 'brotes verdes' se dejan ver en el secarral nacional y por eso no arriesga en 'operaciones políticas' que, según cuentan que dice Rajoy a sus íntimos, podrían tener más connotaciones negativas que positivas. En cambio, el PSOE apostará precisamente por eso: por un programa de regeneración política, consultado y apoyado por miles de ciudadanos que no militen en el partido, como tampoco será preciso ser militante -aunque sí inscribirse en un registro de simpatizantes-para participar en las elecciones primarias que elegirán a un candidato a La Moncloa. Un candidato que no será, piensan la mayoría de los dirigentes y aspirantes en el PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien anunciaría a última hora su retirada de la liza.
 
--El enorme espectáculo de las primarias--
 
Los socialistas quieren hacer de este proceso de primarias un espectáculo de apertura interna, en el que tratarán de hacer participar a millones de personas, como ocurriera en Francia en 2011.  Pero existen discrepancias internas serias acerca del cuándo y hasta cierto punto del cómo celebrar esas primarias. Rubalcaba pretende retrasarlas casi hasta comienzos del propio 2015, lo que es inaceptable para algunos 'barones' en franca disidencia, como el madrileño Tomás Gómez. 

Estas discrepancias, y la proliferación de nombres posibles para concurrir a ellas -podrían ser hasta cinco quienes se enfrentasen en estas primarias--, hacen que exista el temor entre algunos miembros de la Ejecutiva federal de que estas elecciones 'internas aunque no tanto'  eclipsen las propuestas innovadoras que el partido pretende difundir a bombo y platillo este fin de semana en su Conferencia: reformas constitucionales y legales de enorme calado, replanteamiento territorial volviendo a las viejas posiciones federalistas...

En la Conferencia, en fin, se pretende hablar de todos los problemas nacionales, desde Cataluña -que tantos quebraderos de cabeza internos origina al PSOE en su relación con el PC-hasta las alianzas con otros partidos: no puede descartarse un planteamiento general de alianza 'a la andaluza' con una Izquierda Unida que sube significativamente en las encuestas.
 
Hay quien quiere ver en todo este proceso un cierto desorden orgánico, en el que es cierto que el secretario general -Rubalcaba-pierde peso frente a los 'barones' territoriales, comenzando, claro, por el catalán Pere Navarro, tampoco muy asentado en su 'feudo'. Pero a Rubalcaba, junto a la crítica a todos sus defectos, habrá que reconocerle, en todo caso, su valor a la hora de gestionar el mal legado de Zapatero y su honradez en el momento de plantear pactos a un inquilino de La Moncloa al que, paradójicamente, ha pedido en varias ocasiones que se marche.
 
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