La pataleta de Espe, ¿real o fingida?
En Génova creen que Esperanza Aguirre niega el pacto para
que no la impliquen en el derribo del PP de Madrid
domingo 08 de marzo de 2015, 19:02h
Con una sola frase, María Dolores de Cospedal ha respondido
al desafío de Esperanza Aguirre desmintiendo de forma rotunda que se le haya
pedido que deje la presidencia del PP de Madrid. Lo que se deduce de la versión
de Génova es que fue la candidata al ayuntamiento quien expresó su deseo - "acordó
que ... querría"- de dejar ese cargo si consigue su sueño de blandir el bastón de
alcaldesa. Pero que no cunda la alarma. En el cuartel general de los populares atribuyen
la sobreactuación de Aguirre de esta mañana a un intento por evitar que la
acusen de contribuir al derribo del PP madrileño, por lo que una vez más la
sangre no llegará al río.
Una desautorización en toda regla que casualmente sorprende
a Mariano Rajoy en Guatemala, pero que aquí en 'guatapeor' era obligada tras
las graves acusaciones que Aguirre ha lanzado esta mañana contra la secretaria
general de su partido y su amenaza de retirarse.
"Ante las distintas informaciones publicadas hoy en los
medios de comunicación, el Partido Popular comunica que Esperanza Aguirre
acordó con la dirección nacional del partido que, si era elegida alcaldesa de
Madrid, querría dedicarse en exclusiva al Ayuntamiento, y dejaría la
presidencia del PP de Madrid", comienza el comunicado emitido pasadas las
tres de la tarde desde Génova.
"Por lo tanto, las informaciones publicadas hoy
relativas a este asunto carecen de veracidad". Fin del comunicado. El
problema es que además de lo publicado en algunos medios de comunicación, la
propia Esperanza Aguirre las ha confirmado en su mayor parte con sus
declaraciones a lo largo de la mañana, que ha reafirmado con un par de 'tuits'.
Aguirre sí ha negado que en su conversación - "discusión" ha
dicho- del viernes con Cospedal se hablara de una gestora, pero no el meollo de
su desafío: "Me dijeron que tenía que dejar la presidencia, y como dije
que no, pues tuvieron al pobre comité electoral de receso durante casi cuatro
horas (...) hasta que llegaron a la conclusión de que los estatutos dicen que
hay que hacer un congreso", ha señalado Aguirre.
El problema, pues, parece ser el momento en el que Aguirre
dejaría el cargo. Ahora, como le reclaman desde el partido, o tras las
elecciones en función de un resultado que es toda una incógnita. Su ambigua respuesta
a esta cuestión es la que demostraría, según fuentes de Génova, que lo de hoy
ha sido "puro teatro" para calmar a sus fieles del PP madrileño molestos con el
ninguneo a que les han sometido. Su supuesto pacto podría sonar a traición...
"Si yo soy alcaldesa, veremos lo que pasa en el partido
(...) pues es muy probable que no me presente [al congreso regional]. Pero lo
que no es posible es que pretendan que yo sea un candidato al que ellos le
hagan el programa. Bueno, ellos, no sé, sería Manolo Cobo el encargado de hacer
el programa, o Javier Arenas el de hacer la lista..., pues mire, no", ha
reiterado la presidenta del PP de Madrid sin morderse la lengua como es su
costumbre señalando al verdadero origen de sus discrepancias con la dirección
nacional del PP.