Con toda probabilidad, Navarra
celebrará elecciones el 25 de mayo, junto a los comicios al Parlamento de
Estrasburgo. Es la única salida que 'lógicamente' queda después de que los socialistas
hayan roto la baraja en el Gobierno foral ante las graves acusaciones de
corrupción institucional que se han formulado en los últimos días. UPN afirma
que al PSN sólo le guía un ánimo de coger el poder apoyándose en Bildu. Pero
los socialistas se defienden y contraatacan mostrando cuáles son las claves del
'caso Barcina', un caso que no terminará ni con un más que posible adelanto electoral.
Las
razones de todo es que el gobierno de
Yolanda Barcina está acusado de haber
usado la hacienda pública en beneficio propio, en un caso de supuesta corrupción
de enorme gravedad. Ante este caso, el Parlamento navarro aprobó el jueves por
unanimidad la creación de una Comisión de Investigación, cuya petición la había
realizado el Partido Socialista de Navarra (PSN), y a la que se sumaron todos
los demás, incluidos el PP, Bildu y la propia UPN.
Pero,
¿cuáles han sido los motivos del escándalo? Resulta que el Gobierno de Navarra
ha sido acusado, en el propio Parlamento, de haber utilizado información de la
Hacienda Foral de Navarra para hacer "favores fiscales a determinados
contribuyentes", que a su vez eran ex clientes de la Consejera de Economía del gobierno
navarro,
Lourdes Goicoechea.
Pero
tan grave acusación no provenía de un anónimo, como ocurrió años atrás respecto
al ex diputado de UPN y luego del PP
Santiago Cervera, sino que fue realizada por
la que hasta hace unas semanas era la directora gerente de la Hacienda Foral de
Navarra,
Idoia Nieves, quien, que por los hechos denunciados, habría presentado
su dimisión del cargo.
La
denuncia la formuló la propia Idoia Nieves en la sede del Parlamento de
Navarra, al explicar los motivos de su dimisión: recibir continúas presiones de
la Consejera de Economía, Goicoechea, y de la propia presidenta de la Comunidad
de Navarra, Yolanda Barcina, para "incumplir la ley y favorecer a determinadas
empresas y personas".
La
situación creada fue, por tanto, de extrema gravedad, lo que motivó que el PSN
de
Roberto Jiménez anunciara inmediatamente la petición de una Comisión de
investigación en el Parlamento navarro para comprobar esas acusaciones, pero
con el objetivo final de que, si se confirmaban las mismas, la situación del
Gobierno y de la presidenta Barcina sería insostenible y debería dimitir y
convocar elecciones.
Ahora
bien, los socialistas también avanzaron que, si se acreditaba la veracidad de
las acusaciones y Barcina se negara a dimitir, el PSN, como principal partido
de la oposición, tomaría las iniciativas necesarias, para evitar la permanencia
de "un gobierno corrupto en Navarra". Es decir, que presentaría una moción de
censura y el propio Jiménez se ofrecería para gobernar el tiempo suficiente
para convocar elecciones anticipadas.
Ante
el cariz de los acontecimientos, Barcina se defendió asegurando que el PSN sólo
seguía las directrices de Bildu, de cuyos votos necesitaba para sacar adelante
la moción de censura. Luego, Barcina aceptó la Comisión de investigación, que
salió adelante el jueves con los votos favorables de todos los grupos del
Parlamento de Navarra, incluidos Bildu, el PP y la propia UPN. Pero como la
situación era inaceptable, nadie dudaba entonces que Barcina estaba abocada a
convocar elecciones el 25 de mayo, conjuntamente con las europeas.
Las
acusaciones contra el gobierno foral
Por
su parte, la ex directora gerente de la Hacienda Foral navarra, Idoia Nieves, decía
tener soporte documental que acreditaba todas las acusaciones que había
formulado, las cuales eran muy graves:
-
"Continuas injerencias" de la consejera de economía, Lourdes Goicoechea, de la
presidenta Barcina, que reclamaron, "para su propio beneficio", datos de
contribuyentes considerados confidenciales por ley.
-
Acusaciones contra Goicoechea, que habría pedido el Plan de Inspección para
conocer si alguno de los ex clientes que había tenido en su despacho de
asesoría fiscal iban a ser inspeccionados.
-
Dijo que la Consejera habría intentado detener una inspección ya prevista a una
determinada empresa agroalimentaria, antigua cliente de la asesoría de la
Consejera.
-
Acusación de interferir en una regularización prevista con la Universidad de
Navarra (Opus Dei) con los argumentos de que le parecía "tremendo" y que era un
contribuyente muy importante para la Comunidad foral.
-
Acusación contra la Consejera y la presidenta Barcina de pedir a Hacienda datos
relativos a las retribuciones de consejeros de Caja Navarra y relativos a
empresas que hubieran facturado más de 3.000 euros con esta entidad bancaria.
Este aspecto es muy importante, porque Barcina cobró unas dietas de forma
irregular en esta caja, que luego devolvió, con gran escándalo en la prensa
regional y nacional.
Los
socialistas se defienden
Esas
acusaciones fueron calificadas, claro está, de burdas mentiras tanto por la
consejera Goicoechea como por la presidenta Barcina, pero el PSOE encontró un
filón contra el gobierno regional. Tanto, que ahora han surgido argumentos
sobre la mala gestión pública del Gobierno de Barcina, que se resumen así, de
forma prácticamente delictiva, basándose en las denuncias de Idoia Nieves:
-
La ex directora gerente acusó también al Gobierno de UPN de retrasar la
devolución del IVA a las empresas, más allá del plazo legal establecido. Dijo
que Hacienda Foral avisó de las consecuencias devastadoras que ello tendría para
las empresas navarras, para el empleo, y para la maltrecha economía navarra.
Además, se advirtió de las rémoras que esta decisión supondría para los
ingresos de los próximos ejercicios económicos, que efectivamente han caído en
picado en 2013 y 2014.
A
pesar de estas advertencias, la presidenta Barcina habría decidido retrasar el
pago del IVA más allá del plazo legalmente establecido, según Idoia Nieves,
sobre quien recayó la reacción del gobierno regional acusándola de falsedad y
anunciando acciones legales.
Pero
lo cierto es que la de la ex directora de Hacienda no fue la primera dimisión
en Navarra: antes de ella se produjeron diversas dimisiones que van desde
Consejeros del Gobierno a altos cargos de libre designación en Hacienda y distintas jefaturas de responsabilidad en el
ámbito sanitario.
El
fantasma del abertzalismo
Pero
aún con este gravísimo debate abierto, el PSN se enfrenta con un problema casi
irresoluble: no puede ir de la mano de Bildu, es decir, de los abertzales de
izquierda, porque generaría una reacción a nivel regional y nacional
absolutamente indeseada. Es lo mismo que ocurrió en el año 2007, y que
Diariocrítico contó en su edición del jueves con todo lujo de detalles.
Pero
a ello, el PSN se defiende y acusa a Barcina y a UPN de que, "a falta de poder
dar explicaciones convincentes que no tiene", han decidido tratar de uncir al
Partido Socialista con Bildu, merced al forzado argumento de que sería
necesario el voto de Bildu para forzar la caída del Gobierno de Barcina.
Pero
en el PSOE federal tiene muy claro que a esa situación (de dependencia de
Bildu) no debería llegarse nunca, porque el PSOE "no va a ir con Bildu ni a la
vuelta de la esquina". Así lo ha dicho Elena Valenciano y así lo ha dicho
también el Partido Socialista de Navarra: "El PSN no va de la mano con Bildu,
ni en este, ni en ningún otro asunto".
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