Mientras el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el líder
político más aclamado entre quienes se han congregado a las puertas del
Congreso, sigue intentando convencer al presidente del Gobierno, Mariano
Rajoy, que ya le rechazó una vez, de llevar a cabo una reforma
constitucional, este último ha aprovechado el 36 aniversario de la Carta
Magna para recordar que no es una "prioridad" reformar la Constitución
en este momento sino continuar con el proceso de reformas económicas
para salir de la crisis y aprobar las medidas para mejorar la lucha
contra la corrupción. Por eso, ha pedido seriedad al PSOE porque en
"estas cosas no se puede frivolizar".
Aunque
Sánchez ya escuchó este jueves a
Rajoy negándose a reformar la Constitución durante una llamada telefónica del líder socialista al presidente, no cesa en su empeño de modificar la Carta Magna. "Creo que es importante reivindicar que la mejor manera de defender la Constitución hoy es renovarla, es reformarla, es actualizarla a los parámetros del siglo XXI", ha señalado, convencido de que con este planteamiento "se sintoniza con el sentir de la mayoría de los españoles que quieren actualizar también la Constitución española".
Por ello, Sánchez ha expresado su convencimiento de que esta reforma constitucional que defienden los socialistas "se abrirá paso" y ha garantizado que los españoles van a "encontrar al PSOE dispuesto" a hacerlo. El líder de los socialistas ha asegurado que todos los españoles tienen que felicitarse hoy porque la Ley de Leyes cumple 36 años y, como miembro de una generación que no la votó "por razones de edad", ha querido "dar las gracias a todas las generaciones de españoles que hicieron posible lo imposible" y "construyeron y se movilizaron en favor de la concordia, de la convivencia, de la paz y del progreso de España".
Sánchez ha entrado en el Congreso acompañado por su 'número dos' en el PSOE,
César Luena, por el portavoz parlamentario,
Antonio Hernando, y por la secretaria de Igualdad de su Ejecutiva,
Carmen Montón. A su llegada a la Carrera de San Jerónimo ha sido recibido por aplausos y se ha acercado a saludar a algunos de los ciudadanos que esperaban a las autoridades. "A ver si echamos a todos esos gandules, eres el mejor", le han dicho.
Rajoy parece hacer oídos sordos a las peticiones de su rival político, y pese a no negarse en rotundo a reformar el texto, insiste en que no debe ser esta la prioridad del Gobierno. "La Constitución se puede reformar pero es muy importante que tengamos
muy claro qué es lo que se quiere reformar y seamos serios", ha
declarado a su llegada al Congreso, un acto al que ha acudido
acompañado por varios de sus ministros.
Al ser preguntado por una encuesta que sostiene que el 65 por
ciento de los catalanes está a favor de la reforma constitucional, Rajoy
ha señalado que hay "opiniones para todos los gustos" en los sondeos y
ha añadido que "lo importante" es que cuando se modifican las reglas de
juego se sepa exactamente qué es lo que se quiere hacer.
"Creo que los gobernantes y políticos debemos valorar bien las
cosas para no equivocarnos", ha proclamado, para añadir que España tiene
"otras prioridades en este momento".
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