El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel
García-Margallo, ha calificado de "incendio importante" el contencioso
abierto con Gran Bretaña a cuenta de Gibraltar. Lo ha dicho en su comparecencia
ante el Congreso, aunque apelando a la "amistad" que debe prevalecer
entre España y el Reino Unido.
José Manuel García-Margallo pronunció esas palabras
al inicio de su comparecencia en la Comisión de Exteriores del Congreso de los
Diputados para informar sobre el conflicto con el Reino Unido a raíz de las
últimas acciones desarrolladas por las autoridades de Gibraltar y los controles
en la verja.
Desde el primer momento de su intervención, el
ministro advirtió a los diputados que no comparecía para "para discutir
sobre cuestiones de soberanía", sino sobre la aplicación de las leyes europeas respecto
a "una protección medioambiental que le ha sido encomendada a España". Por
ello, apeló al "diálogo" como una única vía para "hacer prevalecer
la amistad con Reino Unido".
Durante su intervención, Margallo también criticó
el Foro Tripartito puesto en marcha por el ex ministro socialista Miguel Ángel
Moratinos, un paso que calificó como uno de los "errores importantes"
cometidos en relación a Gibraltar en los últimos tiempos. No obstante, matizó que
no tiene dudas de que esa decisión se tomó "con la mejor intención
posible".
Bloques de hormigón y de acero
El conflicto surgió después de que las autoridades
gibraltareñas lanzaran al mar 70 bloques de hormigón para construir un arrecife
artificial en 'beneficio de la fauna y la flora marinas'. Los pescadores
españoles denunciaron que el objetivo era impedirles faenar y, de hecho,
inutilizaron el caladero.
Después de ese vertido, que el Gobierno llevó a la
Fiscalía de Medio Ambiente, con una denuncia
que comunicó a la secretaria de la Comisión Europea, las autoridades del
Peñón denunciaron que se habían incrementado las colas para cruzar el control
fronterizo. El Gobierno de
Rajoy afirma al respecto que es su obligación
realizar registros en la frontera, ya que la colonia no forma parte del espacio
Schengen, y tiene que garantizar el cumplimiento de la legislación sobre el
tráfico de personas, bienes y mercancías.
"Gesto de buena voluntad" de PicardoPor otro lado, el ministro de Asuntos Exteriores saludó
el "gesto de buena voluntad" de las autoridades gibraltareñas, que
están dispuestos a modificar su ley para que los pescadores españoles vuelvan a
faenar donde solían hacerlo. No obstante, insistió en que el Gobierno español
no reconoce a Gibraltar derecho a legislar sobre unas aguas cuya soberanía
reclama la colonia y España no reconoce. En todo caso, el titular de Exteriores quiso dejar claro que, para
España, Gibraltar es "un paraíso fiscal".
García-Margallo insistió en la Comisión en que
detrás de este contencioso está únicamente el cumplimiento de la legislación de
la normativa europea, aunque reconoció que detrás de este conflicto hay un
problema de soberanía. Dijo, no obstante, que ahora no es el momento de
abordarlo.
Margallo ofrece a la oposición hablar sobre soberaníaA lo largo de su intervención, García-Margallo
ofreció a la oposición dialogar sobre la posible reclamación ante los
tribunales internacionales de la soberanía española sobre Gibraltar. Aunque
dijo que en el contencioso actual no se está discutiendo de soberanía, sino del
cumplimiento de la normativa comunitaria en la colonia británica, esbozó cuál
sería el escenario para "abordar" este "problema" que está
"subyacente en todas las discusiones".
Sobre la soberanía, explicó Margallo que existen
tres "opciones": el Tribunal de la Haya, un tribunal arbitral 'ad
hoc' y el tribunal de derechos del mar, que podrían dirimir sobre los tres
contenciosos abiertos en la cuestión de la soberanía: el territorio cedido por
el Tratado de Utrecht de 1713, las aguas colindantes al Peñón y el istmo que
nunca se cedió.
García-Margallo se comprometió a que el Gobierno
no tomará "ninguna decisión" en esta materia sin su "previa
deliberación y acuerdo" en el Parlamento. Ello precisaría de "conversaciones a nivel de
confidencialidad", porque no sería bueno hablar "con luz y
taquígrafos" sobre las "oportunidades y amenazas" que supondría
para España recurrir estas cuestiones.
Mientras tanto, el ministro dijo que el Gobierno
hace suya una proposición no de ley que presentó el PSOE en el año 1985 que
instaba al Ejecutivo a la "recuperación del ejercicio de la soberanía
española" sobre la colonia y concluyó su intervención inicial, de casi una
hora, citando al expresidente
Felipe González: "El problema de Gibraltar
tiene una solución lógica, la devolución a España de un trozo del territorio
español".
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