"Torpedo contra el poder judicial". Así han calificado fuentes del Consejo General del Poder Judicial la reforma que pretende el ministro de Justicia,
Alberto Ruiz-Gallardón, contra este órgano de gobierno de los jueces. El Consejo de Ministros de este viernes ha visto el informe que un grupo de expertos ha elaborado sobre la reforma del CGPJ, y el propio Gallardón lo ha presentado en rueda de prensa conjunta con la vicepresidenta Sáenz de Santamaría con algunas novedades importantes que han encendido la luz roja entre los vocales del Consejo.
Por ejemplo, la reforma que Gallardón pretende introduce elementos como que el presidente del Tribunal Supremo -y por tanto del CGPJ- sea el único miembro del Consejo con dedicación exclusiva, y que los 20 vocales restantes -no puede reducir su número porque el mismo está fijado en la Constitución- operen 'compatibilizando' sus trabajos con las funciones del Consejo. Pero, imaginemos un abogado: ¿Cómo compatibilizará los casos que lleve en su bufete con sus labores en el Consejo General del Poder Judicial? Es evidente que originará numerosísimas incompatibilidades.
Máxima politización de la JusticiaEl ministro, escondiéndose en el informe que una comisión de expertos ha elaborado ad hoc, deja la puerta abierta a que sean los mismos jueces los que vuelvan a elegir a los vocales del Consejo, algo contra lo que están todas las fuerzas progresistas, que opinan que eso es corporativizar excesivamente el Poder Judicial.
Además, el ministro plantea limitar las funciones del próximo Consejo General a las que fija exclusivamente la Constitución. Es decir, que en realidad vacía de competencias al Consejo para asumirlas el propio Ministerio, como por ejemplo los viajes internacionales. En resumen, convierte de hecho al CGPJ en una 'dirección general' del Ministerio de Justicia. O así lo ven, al menos, en el actual Consejo General.
En este sentido, la vocal progresista
Margarita Robles, ha afirmado a
Diariocrítico que "esto es una cortina de humo para no afrontar de verdad los problemas de la Justicia que afectan a los ciudadanos y para desapoderar por completo al tercer poder del Estado, lo que supone un ataque a la independencia del Poder Judicial. La politización será ahora máxima, porque el ejecutivo determinará muchas cosas".
El también vocal progresista
José Manuel Gómez Benítez ha ido aún más lejos en declaraciones a
Europa Press: la propuesta de Gallardón para que sólo el presidente de este órgano tenga dedicación exclusiva es "incompatible con la Constitución" y supone hacer desaparecer la institución como garante de la independencia judicial. "Imagínese a Carlos Dívar como único garante, como el único miembro del CGPJ con dedicación exclusiva. ¿Qué habría ocurrido si no hubiésemos estado los demás?", ha dicho, metiendo el dedo en la llaga del ministro.
Otros vocales consultados por
Diariocrítico arremeten también contra el vocal conservador
Antonio Dorado, que ha formado parte de la comisión que ha redactado la propuesta 'que quería Gallardón' para 'cargarse' el CGPJ, y que califican de "la mayor involución democrática que se va a producir en la historia reciente de España".
¿Máximo
consenso?En su
rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Ruiz-Gallardón ha dicho que quiere
el "máximo consenso" con todos los grupos parlamentarios, pero
algunas de las 'indicaciones' para la reforma no parece que vayan a gustar, al
menos en el sector progresista. Por ejemplo, el hecho de que Gallardón deje
abierta la puerta para que los jueces puedan volver a elegir a los vocales del
CGPJ, como ocurría antes de 1985. O, por ejemplo también, el 'vaciado' de
contenidos del actual Consejo General, limitándolo a las 'funciones
constitucionales' que le han sido fijadas, sin tener en cuenta que desde la
Constitución han pasado ya 34 años.
Esas competencias
especificadas en la Constitución se refieren exclusivamente a la selección y
promoción de jueces, al gobierno interno de la carrera y al régimen
disciplinario, y tendrá sólo tres Comisiones: la disciplinaria, la de igualdad
y la permanente, la cual será el verdadero centro de poder del 'gallardoniano' CGPJ
al asumir no sólo las decisiones sobre el gobierno interno de los jueces, sino
también las funciones atribuidas ahora a otras comisiones, como la de
calificación, que preselecciona a los candidatos para los cargos judiciales.
Además,
sólo el presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ tendrá dedicación absoluta.
Los 20 vocales seguirán en sus destinos de jueces o en sus respectivas profesiones
jurídicas y sólo asistirán a las reuniones de pleno o de comisión que les
corresponda.
Vea también:> Lea íntegra la referencia del Consejo de Ministros