Mas y
Junqueras se reunirán en breve a petición de presidente de Esquerra,
pero las cosas tienen difícil arreglo. Junqueras propone unas elecciones
plebiscitarias inmediatas para después declarar la independencia e iniciar un
proceso constituyente de la nueva república catalana. No se fía de Mas, y así
lo ha explicado hoy en RAC1, porque ha oído que algunos dirigentes de CiU están
a favor de una reforma constitucional.
Las relaciones entre el Govern y ERC son conflictivas, pero aún están peor
las cosas con Iniciativa. El conseller de la Presidència,
Quico Homs, puso ayer
a los ecosocialistas en el mismo paquete que al PP y Ciutadans. Esta
comparación ha dolido a
Joan Herrera, quien puso toda la carne en el asador
para que se celebrase la consulta. Homs se ha negado hoy a disculparse como
esperaba Herrera. Este desencuentro ha acercado a ICV hacia ERC.
El tercer ex socio del Ejecutivo catalán para la celebración del referéndum,
la CUP, tampoco está contento. Homs anunció ayer que había llegado a un acuerdo
con la CUP para reestablecer "la unidad técnica". La CUP lo ha
desmentido y el Govern ha hecho el ridículo.
Para colmo, el líder de Unió,
Josep Antoni Duran, socio de CDC en CiU, no
disimula su malestar con Mas por el intento del president de crear una lista
única con las de Esquerra para acudir a unas hipotéticas elecciones
plebiscitarias y amenaza con romper su alianza de toda la vida.
Por supuesto, el PSC, el PP y Ciutadans no ahorran en descalificativos hacia
Mas y su sucedáneo de consulta. No obstante, el líder de los socialistas
catalanes,
Miquel Iceta, es en este momento el menos agresivo con el presidente
de la Generalitat. Iceta incluso ha desvelado hoy que los alcaldes socialistas
están dispuestos a ceder locales municipales para esa consulta del 9 de
noviembre.
Y así las cosas, Mas lo fía todo a que su convocatoria sea un éxito. En la
rueda de prensa semanal tras el Consell Executiu, Homs ha evitado responder a
todas las preguntas peliagudas y ha insistido en que la Generalitat ya ha
conseguido 25.000 voluntarios para colaborar en lo que en las redes sociales
llaman el "butifarréndum" del 9-N.
La presión de ERC, ICV y la CUP, que cuentan para ello con el respaldo de la
Asamblea y Òminium, y de hecho también con el PP y Ciutadans, para que Mas
convoque elecciones de forma inmediata empieza a ser inaguantable. Pero todo
apunta a que Mas resistirá, pese a saber solo y sin socio para los presupuestos
de 2015, hasta ver cómo sale lo del "butifarréndum".
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