Con la llegada paulatina de miles de manifestantes a la Plaza de Neptuno, frente a un inexpugnable Congreso de los Diputados bunkerizado, la tensión entre manifestantes y policías fue in crescendo hasta que sobrevino lo inevitable: una durísima carga policial que se cebó contra las chicas y contra los más mayores que participaban en la manifestación. Mientras, pasadas las 19.00 horas, diputados de IU, como Cayo Lara, se unían a los manifestantes y miles de indignados pedían dimisiones en cadena. Cuando el reloj ya rozaba las 23h, la multitud fue disminuyendo y, con ella, la presencia policial.
Agentes de los antidisturbios volvieron a cargar sobre las nueve de la
noche contra los manifestantes que desde hace varias horas se concentran
alrededor del Congreso. Los congregados han intentado romper el
perímetro de seguridad que protege las Cortes y han lanzado objetos
contra los antidisturbios, lo que ha provocado una batalla campal en
varias calles del centro de Madrid.
En esos enfrentamientos, incluso un agente ha caído al suelo y ha
llegado a ser zarandeado por los congregados.
Además en Twitter se comenta que se han puesto inhibidores 3G con lo que cuesta informar en directo.
La Policía ha establecido un cordón policial por delante de las vallas, donde tenía furgones policiales estacionados. Tras la carga, los manifestantes han retrocedido unos metros, pero permanecen en la zona.
Antes de las 19.00 horas, miles de manifestantes habían tomado ya posiciones en los alrededores del Congreso, y se esperaba la llegada de otros miles más que tenían como destino Sol y que, tras los controles policiales, optaron por poner rumbo al Paseo del Prado. Pero el Congreso es un búnker inexpugnable, con una muralla de policías y de 'lecheras' que impiden cualquier acercamiento al edificio de los leones. Fuera, los gritos arreciaban: "No nos representáis". Dentro, la actividad parlamentaria continuaba con rutinaria normalidad y en sesión plenaria.
También, un hombre de mediana edad con una bandera del
Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) ha sido detenido por la policía
tras saltar una de las vallas de seguridad que protege el Congreso de
los Diputados. La policía le ha
retirado la bandera y lo ha conducido hacia uno de los furgones
establecidos en la zona para controlar la manifestación convocada por la
iniciativa "Rodea del Congreso".
"Sí, sí, sí se puede", han coreado los centenares de manifestantes
testigos del suceso en la plaza de Neptuno. Furgones policiales y
agentes a caballo han formado ya una segunda barrera tras las vallas de
seguridad en esa zona.
También ha habido gritos dirigidos a los agentes de la Policía que formaban parte de un fuerte dispositivo que rodea todas las calles que dan acceso al Congreso de los Diputados. "Únete, únete", reclamaban los manifestantes a los agentes.
Después de las cargasVarios centenares de manifestantes, muchos de
ellos sentados, permanecía a las 22.45h concentrados en una plaza de
Neptuno, que había recuperado cierta calma tras las numerosos disturbios con
la Policía que tuvieron lugar tras las 21.00 horas.
El número de participantes en la protesta descendió de manera
considerable en los últimos minutos y se restableció el tráfico en
uno de los laterales de la Castellana, tras permanecer cortado buena
parte de la tarde. A esa misma hora, la única presencia de la protesta se reducía ya a esa zona de la plaza de Neptuno.
A pesar de la reducida presencia policial, varios agentes de la Policía Nacional han
entrado pasadas las 22.30 horas en la estación de Puerta de Atocha de
Madrid y han disparado pelotas de goma después de cargar en la aledaña
glorieta de Carlos V.
El ruido de los disparos de las pistolas reglamentarias utilizadas
habitualmente por los antidisturbios se podían oír desde las puertas de
acceso de la estación de tren, donde muchos ciudadanos que iban a
utilizar este transporte público se agolpaban por temor a ser alcanzados
por el impacto de las pelotas de goma.
En los pasillos y andenes de Atocha se han vivido momentos de
pánico, donde se mezclaban las carreras de un lado a otro de
manifestantes que se habían resguardado en la estación tras las cargas
policiales en la plaza Cánovas del Castillo y la glorieta de Carlos V y,
de otro, de los usuarios habituales del transporte público.
Los agentes han llegado a disparar varias veces en los mismos
andenes donde había gente esperando la llegada de los trenes.
Concretamente, en el andén 9 de Cercanías había un hombre de unos 40 o
50 años tumbando en uno de los bancos haciendo ostensibles gestos de
dolor, supuestamente tras ser alcanzado por una de las pelotas de goma
disparadas por los policías.
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