Alto y claro y delante de la delegada del Gobierno
en Madrid,
Cristina Cifuentes, el coordinador general de IU ha prometido un
auténtico 'otoño caliente' de manifestaciones y de actos de masas en toda
España, porque los trabajadores de este país ya no pueden soportar las cargas
neoliberales que le imponen Bruselas y
Rajoy, por ese orden.
Lara, delante también de los secretarios generales
de UGT,
Cándido Méndez, y CC.OO,
Ignacio Fernández Toxo, y a pocas horas de la
llegada de la 'marcha negra' de los mineros a Madrid, ha advertido que
"quieren criminalizar la resistencia pasiva, quieren criminalizar a
Gandhi"... pero no lo van a conseguir. Cifuentes aguantaba estoicamente el
chaparrón desde la mesa de invitados de honor.
Como los 'viejos rockeros', con pantalones vaqueros,
camisola azul claro por fuera del pantalón y chaqueta azul oscura desvaída,
Cayo Lara ha pronunciado en el suntuoso Hotel Ritz de Madrid una conferencia
que escandalizaría a
Esperanza Aguirre... y al propio Rajoy, o que pondría el
bigote de punta a
Aznar. Pocos asistentes al acto y, quitando a la citada
Cifuentes -que mantuvo el tipo con una inalterable cara póker- y a un despistado
diputado socialista canario, ningún otro político de la oposición, ni mucho
menos empresario o banquero, habituales en estos desayunos de Nueva Economía Fórum,
asistieron al acto. Siempre ha habido clases.
Es evidente que no gusta al poder económico y político
lo que Cayo Lara transmite, porque dice cosas como que, con los recortes sociales
y demás barrabasadas neoliberales "se está cometiendo un delito contra el
Estado", o como que "el Banco Central Europeo está actuando como el
auténtico lobby de los bancos", o como que en España vivimos en un
"ambiente social de involución democrática", o como que "es el
Estado [que se ha quedado, por ejemplo, con Bankia] el que está desahuciando a
las familias, quitándoles sus casas", o como que "Eurovegas, en
Madrid o en cualquier sitio, es una forma de crear ludópatas"... y que así
ni se construye el crecimiento económico ni se crea empleo.
Lo cierto es que Lara, y la izquierda real, la de
verdad, se muestra escandalizado con lo que está pasando en España. No entiende
cómo el Gobierno de Rajoy pueda mentir descaradamente y el delito quede impune.
Por ejemplo, cuando dijo que el rescate al sector bancario español no costaría
nada al erario público y, sin embargo, Bruselas le desmiente claramente con el
memorándum que acaba de aprobar el Eurogrupo. "¿Podemos endeudarnos en
diez puntos más para salvar a los bancos y no para crear empleo y mejorar los
servicios públicos?".
Es la pregunta del millón, pero la respuesta está en
que "la cadena infernal es que Bruselas impone el déficit" y que el
Gobierno de Rajoy "elige las políticas de recortes para asegurarlo". Por
el contrario, cuando se protesta, "las inevitables y justas respuestas de
movilización de la sociedad están siendo respondidas con represión",
criminalizando "la resistencia pasiva", volviendo a matar a
Gandhi.
Mientras nos ahogan para salvar a banqueros
desvalidos, también se desahucia. Pero el aviso de Lara está claro: "No
podemos aceptar que las instituciones financieras intervenidas y que van a sobrevivir
y a ser capitalizadas con el dinero de los contribuyentes continúen
desahuciando a familias".
El problema, y lo admite Lara -al menos lo admitió
en el turno de preguntas- es que la izquierda real pasa sólo por Izquierda
Unida, porque los actuales dirigentes del PSOE son los que iniciaron las
políticas neoliberales que ahora desmelenan a Rajoy. "¿Sobra
Rubalcaba?", es la pregunta obligada. Lara despliega diplomacia para no
contestar directamente, pero dice que "no es un problema de Rubalcaba; es
un problema de línea política de las organizaciones". Cierto; la actual
dirección socialista estuvo en el Gobierno hasta antes de ayer e hizo lo que
hizo "y ahora tiene la visión que tiene". Pero no es un problema de
personas, porque "las políticas las aprueban los órganos, los consejos, y
ése es el drama que hoy tiene el Partido Socialista".
Bueno, Alberto Garzón, el diputado andaluz de IU que
presentó al conferenciante, lo dijo más claro aún: "Cuando yo tenía 9
años, Rubalcaba ya era ministro de Educación".
>>
Lean íntegra la intervención de Cayo Lara
en Nueva Economía Fórum