Tanto
la presidenta autonómica y próxima secretaria general de los socialistas
andaluces,
Susana Díaz, como el presidente asturiano y líder del PSA-PSOE,
Javier Fernández, han escenificado su pacto con
Pérez Rubalcaba y el 'aparato'
federal socialista para no hablar de primarias en la apertura misma de la
Conferencia Política que se celebra este fin de semana en Madrid. Fernández
obvió el tema, directamente, y Díaz llegó a pedirle a los delegados que "antepongamos
los intereses de los ciudadanos por encima de los del partido". Y fue más
lejos: dio su apoyo explícito a Rubalcaba para que pilote un cambio en el
ideario socialista que vuelva a conectar al PSOE con la sociedad.
"Os
pido que pongamos los intereses de los ciudadanos por encima de los intereses
del partido... y si eso lo conseguimos, esto saldrá bien", dijo Susana Díaz en el
inicio mismo de la Conferencia Política, haciendo ver por dónde iba a
transcurrir su intervención. Y no defraudó la andaluza: en un tono muy mitinero,
sin duda, desplegó un discurso que superaba incluso las fronteras nacionales;
un discurso muy pensado, delineado, medido para que simulara casi al de un
estadista.
Díaz
supo levantar a los delegados: por un lado, aseguró que "este país necesita un
cambio de rumbo y quien puede liderarlo es el Partido Socialista"; es decir,
que a partir de ahora basta de lamentos y que el "PSOE tiene que ser el partido
de la esperanza", aunque para ello "tenemos que demostrar que otra política es
posible y que tiene que hacerla el Partido Socialista".
Luego,
en esa estructura básica argumental, Díaz se explayó en la parte más social: lo
dedicó al Estado de Bienestar y especialmente a su cuarto pilar, el de la
dependencia. Habló de la educación pública, de la sanidad que quiere privatizar
la derecha, de la justicia que lejos de ser gratuita el Gobierno de Rajoy la 'gallardoniza'
y la hace aún más lenta, más cara y, en definitiva, más injusta. Y habló de la inmigración,
y de esa "Europa de la ciudadanía y de la solidaridad con la que los
socialistas siempre hemos soñado".
Aviso
al PSC: 'Convivencia en el proyecto común que se llama España'Ese
esquema le llevó seguidamente a decir a los suyos que para hacer todo eso, para
reconstruir el Estado 'deconstruido' por la derecha, los ciudadanos "necesitan
encontrar un partido reconocible", con un "proyecto solidario basado en la convivencia
mutua y ese proyecto común se llama España y ahí debemos estar todos los
socialistas".
De
ahí que mandara luego un envenenado "saludo a todos los compañeros, en
especial, a los del Partido Socialista de Cataluña", para que "sin dilación
abordemos lo que nos une". Al primer secretario de los socialistas catalanes,
Pere Navarro, sentado en primera fila, se le torno el semblante en más serio de
los normal cuando Díaz le dijo: "Todos debemos estar cómodos, pero con la
igualdad y la no discriminación".
Rematando
este tema de la construcción interna de España, un tema tabú para el actual 'aparato'
socialista, del dijo también al PSC: "Siento la misma emoción escuchar cantar a
Estrella Morente a un poeta catalán que a Serrat cantando a Antonio Machado". Es
decir, que hay que comprender "cuanto antes que, juntos, somos más".
Reorganización
interna: autocrítica, pero con reconstrucciónY
finalmente tocaba hablar de lo interno, de la autocrítica, de que el PSOE debe
decir: "Nos equivocamos, pero queremos rectificar". Díaz dijo, pues, que hasta
esta Conferencia Política "hemos llegado con ruido mediático, pero también con
ruido interno", y por ello avisó que "estamos malgastando energías entre
nosotros cuando miles de ciudadanos están saliendo a la calle a defender con
orgullo el sello socialista".
Así
las cosas, Susana Díaz pronunció una de las frases más esperadas de este
Congreso: "Tiene el secretario general [Pérez Rubalcaba] y la dirección federal
mi apoyo para impulsar los cambios que este partido necesita para volver a ser reconocible
ante la gente, y desde la unidad".
Y
sólo un párrafo casi al final para las primarias: "No quiero caer en la
tentación de que esto [la Conferencia Política] son sólo primarias: son muchas
más cosas", es el "hacer un proyecto transformador para devolver la ilusión a
la sociedad".
Javier
Fernández, al nacionalismo: "Las identidades se suman, no se restan"
Seguidamente,
el asturiano Javier Fernández obvió por completo el asunto de las primarias,
pero sí entró a fondo en (contra) el 'nacionalismo excluyente': "Nos gusta la
caja única de la Seguridad Social y nos gusta el Fondo de Compensación
Interterritorial"; en definitiva, le dijo a CiU y ERC, pero en la cara de Pere
Navarro, que seguía sentado en primera fila, que nos gusta "una España más
fraterna y más solidaria, ésa es nuestra España".
Y
por si no había quedado claro, Fernández añadió que "vengo de una tierra donde
las identidades se suman, no se restan", y que "yo he elegido ser español, asturiano,
socialista, porque, como vosotros, soy un puzle, un mosaico de cosas diversas y
no soy como otros nacionalistas quieran que seamos".
La
idea contra el nacionalismo excluyente la desarrolló de igual forma la
vicesecretaria general, Elena Valenciano, en un discurso que puso fin a la apertura
de la Conferencia: "No les reconocemos a los nacionalistas la capacidad de dar
certificados de catalanidad".
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