Documentos duplicados, mal descritos y
procedimientos mezclados
Descontento y frustración en la Audiencia Nacional por el proceso de informatización
- La aplicación e-Fidelius, por ejemplo, no genera
confianza a la hora de grabar las vistas
viernes 20 de enero de 2012, 17:58h
Revuelo en el funcionariado de la Audiencia Nacional
por el desarrollo del proceso de informatización. La denuncia ha partido de los
Juzgados Centrales de lo Contencioso-Administrativo, que desde finales de 2011
vienen manteniendo reuniones con los responsables de Justicia. Entre otras
cosas, denuncian el mal volcado de los documentos digitalizados en la
aplicación Gestor Documental, "apareciendo resoluciones y documentos
duplicados, mal descritos, procedimientos mezclados, alteraciones en el orden
cronológico de los acontecimientos y desaparición de expedientes completos".
Es sólo una parte de una larga lista de incidencias,
todas ellas achacables, según los denunciantes, a la "mala catalogación
realizada" por parte de la empresa privada que lleva a cabo esta función.
Los funcionarios tienen que dedicar un tiempo y esfuerzo extras en la consulta
de los procedimientos, lo cual produce, según ellos, demoras e inseguridades,
ya que los datos obrantes en la aplicación "no son ni mucho menos fiables".
Los funcionarios aseguran que la postura de todos
los integrantes de la Oficina Judicial, tanto en los cuerpos de Auxilio,
Tramitación, como de Gestión procesal, ha sido siempre "positiva"
respecto a la introducción del Expediente Digital, pero que el proceso de
digitalización de los procedimientos que se tramitan en estos Juzgados se ha
efectuado "de forma improvisada", que los plazos anunciados en ningún
caso se han cumplido y que han recibido constantes instrucciones
contradictorias entre sí, lo que ha supuesto grandes dificultades para que los
funcionarios pudieran tener el suficiente control sobre el envío y gestión de
los procedimientos. En resumen, que el proceso ha generado "descontento y
frustración".
El problema, es que según asegura la sección
sindical de Comisiones Obreras en la Audiencia Nacional, el resultado de este
'desbarajuste' ha sido un mal volcado de los documentos digitalizados en la
aplicación Gestor Documental, con resoluciones y documentos duplicados, mal
descritos, procedimientos mezclados, alteraciones en el orden cronológico de
los acontecimientos, desaparición de expedientes completos... y una larga lista
de incidencias, que originan que "los datos obrantes en la aplicación no
son ni mucho menos fiables".
Mayores retrasos en los asuntos turnados
Como males que aquejan ahora mismo a los Juzgados
Centrales citan que la entrada de asuntos turnados y de escritos remitidos al
Juzgado desde el Servicio Común de Registro, Reparto, Digitalización y Archivo
(SCRRDA) se produce con muchísimo retraso (incluso de meses), sin orden
cronológico alguno, con muchísimos errores y con numerosos problemas, "lo
cual genera una inseguridad inaceptable".
Además, las aplicaciones informáticas para la
tramitación del Expediente Digital "no funcionan correctamente",
radicando aquí el problema, ya que la conexión entre los distintos programas es
"sencillamente caótica". Como ejemplo, los funcionarios citan las
siguientes disfunciones:
- Fallos y errores informáticos en el envío a firma
de las resoluciones, lo que ocasiona retrasos de varios días en las firmas de
las mismas y falta de control sobre lo enviado a firma y su estado.
- Fallos de sincronización entre las aplicaciones.
La aplicación de Minerva y el Gestor Documental muestran informaciones
contradictorias, con la consiguiente inseguridad, tanto procesal como jurídica.
- Imposibilidad de realizar notificaciones por
Lexnet.
Mucha tecnología... para volver al papel
Según los funcionarios de la Audiencia Nacional, cualquier
resolución de unas pocas páginas resulta imposible de notificar vía telemática,
dando error por motivo del peso del archivo, lo cual obliga a emplear modos de
notificación ya obsoletos (en papel). Pero, además, debido a errores en las
conversiones entre los distintos tipos de archivo que manejan las aplicaciones,
los documentos con los que trabajan quedarían dañados, echando por tierra todo
el trabajo realizado.
Además, denuncian que la aplicación e-Fidelius "no
genera confianza a la hora de grabar las vistas", llegando incluso en
algún caso a tener que parar la sesión para comprobar su funcionamiento. Estos
errores son los que, sumados a la lentitud de la apertura, vienen produciendo
problemas en la adjudicación de las salas que corresponden a cada órgano.
Problemas con la empresa adjudicataria
Un punto importante en la denuncia tiene que ver con
la actitud de la empresa adjudicataria. Desde CCOO se señala que la labor de
algunos técnicos de la misma, que tenían que solucionar los problemas que
surgieran en la implantación del Expediente Judicial Electrónico, "se ha
venido limitando a tomar nota y/o dar en nuestro nombre al CAU las incidencias
que vamos detectando". Pero que no representan ninguna ayuda.
Citan, por ejemplo, que muchas veces se preocupan
más de observar y de obtener una concreta información para elaborar los
informes diarios que se les exige, que de agilizar el funcionamiento de la
Oficina Judicial. Igualmente, las incidencias que se dan al CAU tardan semanas
en resolverse, y en muchas ocasiones, no se da respuesta alguna, lo que
convierte la situación en la Audiencia Nacional de "caótica".
600 millones para modernizar la Justicia
En marzo de 2009, el anterior ministro de Justicia, Francisco
Caamaño, propuso en el Congreso un "gran acuerdo social" para conseguir
que la Justicia en España se sitúe en el siglo XXI y anunció que destinarían
600 millones de euros en tres años a un plan de informatización e
infraestructura de equipamiento. La promesa se hizo en la primera comparecencia
de Caamaño ante la Comisión de Justicia del Congreso.
La puesta en marcha de un plan de informatización e
infraestructuras de equipamiento para la Justicia, para el que se han destinado
ya 400 millones de euros -200 millones en 2010 y otros 200 en 2011-, pretendía
lograr que todos los tribunales pudieran trabajar en red, conectados entre sí,
y que fueran accesibles para los usuarios.
Pero dos años después de su puesta en práctica han
arreciado las críticas contra el sistema, como las vertidas por el catedrático de
Derecho Procesal de la Universidad Complutense (Madrid), Andrés de la Oliva, para
quien desde su blog ha criticado este plan, calificándolo de "ignorancia,
mala fe y despilfarro" y como la "propaganda de una falsa panacea,
arrinconamiento de los jueces y medio de control de la Justicia por el
Ejecutivo".
Las quejas por el proceso que se vive concretamente
en la Audiencia Nacional se le hicieron llegar al anterior director general de
Modernización de la Administración de Justicia, José de la Mata, pero, según
medios sindicales, no se avanzó nada en las reuniones que se tuvieron con él. El
problema le ha caído ahora íntegro a su sucesor en el cargo, Joaquín Silguero,
secretario general de Modernización del Ministerio de Justicia con
Ruiz-Gallardón.