Primeras elecciones libres tras la caída de Gadafi
Libia asiste a las urnas por primera vez en 60 años en medio del caos y la violencia de los rebeldes
sábado 07 de julio de 2012, 09:13h
Los libios votan este sábado en las primeras elecciones libres en más de
50 años en medio de un clima de violencia y caos ante la imposibilidad
del Consejo Nacional de Transición de controlar a las milicias rebeldes
que expulsaron en agosto de 2011 a Muamar Gadafi del poder tras 42 años
como líder de Libia.
Los electores, unos 2,7 millones inscritos, deben elegir a un
Parlamento formado por 200 personas que tendrán que designar un Gobierno
que sustituya al Consejo Nacional. La mayor parte de los 3.700
candidatos, entre ellos más de 600 mujeres, promueven la defensa de la
ley islámica.
La nueva Asamblea debía además elegir a los miembros de una
comisión que redactase una nueva Constitución para el país, pero el
jueves las autoridades libias aseguraron que este organismo también
sería elegido de forma directa por la población.
El Parlamento contará con partidos que ocuparán sus escaños
según los votos conseguidos, pero también se presentan candidatos
independientes que tendrán que conseguir mayoría simple para ocupar un
escaño. Además, la ley electoral reserva algunos puestos para las
mujeres, por lo que tendrán cierta presencia en la configuración de la
nueva Constitución.
En muchos votantes confluyen el interés por votar en unas
elecciones con el miedo a que los comicios estén marcados por la
influencia de las milicias. Tarek Mabruk, que dirige una tienda en
Trípoli, ha calificado el acontecimiento como un "nuevo comienzo".
"Esperamos que todo vaya bien para que podamos avanzar", ha indicado.
Aunque los comicios pretenden dar más poderes al gobierno que
surja de las urnas, el temor a que la violencia impida a los libios ir a
votar en libertad pone en peligro la legitimidad del nuevo Ejecutivo.
En algunas regiones del sur, como en Kufra, la violencia entre las
comunidades es tan amplia que los observadores serán incapaces de
trasladarse para comprobar la votación.
Autonomía y violencia
Sin embargo, otro de los problemas en Libia son las
reclamaciones de mayor autonomía. Varios dirigentes del este de Libia,
de la provincia de Cirenaica --con Benghazi como capital--, han pedido
un mayor poder frente a Trípoli. La semana pasada, un grupo de
manifestantes asaltó un centro de votación para pedir una separación
mayor de las provincias.
El Consejo Nacional de Transición se ha visto incapaz de
contener a las milicias y los enfrentamientos entre grupos rivales. El
mes pasado, un grupo insurgente ocupó el aeropuerto en Trípoli para
demandar la liberación de un dirigente local que supuestamente había
sido detenido por las fuerzas de seguridad.
Aunque estos incidentes están retrasando la llegada de
inversiones extranjeras, varios observadores indican que la economía
libia se ha recuperado mejor de lo esperado. La producción de petróleo
se encuentra en niveles parecidos a los de antes del conflicto, con 1,6
millones de barriles al día.
El enviado de la ONU para Libia, Ian Martin, aseguró el mes
pasado que "el día a día sigue en Libia". "Cuando pones a Libia en el
contexto junto a otros países que han superado un conflicto, el vaso
está medio lleno en vez de medio vacío", aseguró.