Son percepciones más subjetivas que otra cosa, porque en este tipo de grandes líneas de política exterior siempre hay un cierto acuerdo entre demócratas y republicanos. El caso es que aunque Europa es la vieja aliada de EEUU, ahora mismo la opción de
Obama es la favorita para nuestros vecinos de la Unión.
De hecho, aún se recuerda cómo durante momentos distintos de la campaña,
Mitt Romney ha dicho cosas como que Europa debe solucionar la crisis "por sus propios medios", mientras que Obama siempre ha mantenido que todos tenemos que trabajar juntos para poner soluciones que favorezcan al bien común.
Además, el candidato republicano mencionó a Grecia, Italia y España como ejemplos de los males económicos y casi como un insulto por el que hay que disculparse.
"No quiero que Estados Unidos se convierta en Europa", dijo Romney, mostrando una línea muy dura con su aliado estratégico, mientras que Obama si bien ha hecho comparaciones negativas, siempre lo ha hecho desde un tono más comedido. Sus visitas a Europa y las reuniones y cumbres internacionales han servido para ver a un presidente norteamericano amigo y socio conveniente para Europa.
El pasado de Romney en sus relaciones con Europa son verdaderamente grises. Fue misionero mormón en Francia de joven, y dicen que su único referente positiva era Polonia, creando vínculos con el ex presidente
Lech Walesa y Europa del Este, pero no con la Europa occidental, como Alemania, Francia, Italia, España... ni siquiera Reino Unido.
Su adversidad con Europa se presiente como muy peligrosa para la recuperación:
"Nosotros no vamos a rescatar a los bancos europeos", afirmó Romney, mientras que Obama ha dicho cosas como que Europa tendría que hacer lo necesario para que España no caiga, en clara alusión al rescate de nuestro país.
EncuestasPor si fuera poco, el europeo lo tiene claro. Según una reciente encuesta realizada por el German Marshall Fund, alemán, Obama tiene una popularidad del 82% entre los europeos, frente al 23% de Romney. Además,
el 75 % de los europeos votaría a Obama, frente al 8% que lo haría por Romney, cuyo mayor respaldo estaría en la antes mencionada Polonia (16%).
Esta
relación de amor con Polonia no es casualidad. Romney es mormón practicante y esta región europea, la del Este, es clave para esta religión. En los años 1970, la Iglesia Mormona fue reconocida en Polonia y la extinta Alemania del Este.
De todos modos, hay análisis que piensan en sentido contrario. Carlota García Encina, investigadora del Real Instituto Elcano, declaró recientemente a paginasdigital.es que "A Romney le gustaría contar más con los europeos de lo que hizo Obama, considerado uno de los presidente menos pro-europeos en la historia del país".
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