Las prestaciones a pagar alcanzarán los 121.697 millones de euros.
Las pensiones: Rajoy entre el deseo de subirlas y una realidad llamada Olli Rehn
martes 02 de octubre de 2012, 11:31h
Mariano Rajoy llevaba en mente una idea clara e inamovible. Lo repitió
en todo aquel foro en el que se le preguntó: las pensiones subirían el año que
viene. Algunos miembros del Gobierno, como Soraya Sáenz de Santamaría, también
hicieron hincapié en el hecho de que se pensaba en que la actualización de las
mismas se igualase, incluso, al incremento del IPC... A tanto no ha llegado el
Ejecutivo que, mantenida esa promesa, ha dejado la mejora en un 1%.
Es
una de las pocas partidas que va a experimentar mejoras. Un 5% se incrementa el
gasto de la Seguridad Social, con un avance del 4,3% en la nómina de las pensiones
contributivas -hasta los 106.350 millones de euros-; un 24,1% para las
pensiones no contributivas -hasta 2.475 millones-; y un avance, del 0,5%, en la
partida de las prestaciones por incapacidad temporal -5.830 millones de euros-.
En total, las prestaciones a pagar alcanzarán los 121.697 millones de euros.
Sin
embargo, este es uno de los focos de atención de Bruselas y uno de los puntos
de apoyo del presidente del Gobierno, que parece dispuesto a ceder en otras
cuestiones, pero no en lo tocante a los ingresos de cerca de diez millones de
jubilados. Pero España, con una tasa de paro de más del 25%, es probable que no
pueda sostener un sistema de pensiones como el que ha disfrutado en las últimas
décadas. De hecho, la semana pasada se supo que para el pago mensual de cada
pensionista se tendrá que echar mano del Fondo de Reserva, del que se van a
retirar en torno a 3.000 millones de euros. Aunque no es la primera vez que se
produce un hecho semejante. Ya en la última legislatura de Felipe González se
tuvo que recurrir a esta solución transitoria.
Lo
que parece indudable, según los analistas, es que más temprano que tarde se
tendrá que llevar a cabo una revisión de todo el modus operandi anterior. Precisamente en su visita a nuestro país
el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, aseguraba que España
"debe continuar con la reforma del sistema de pensiones", porque "éste no
debe hacer peligrar el déficit" y aunque no concretaba cómo debería ser la
reforma, sí remarcaba que la "jubilación debe ir en línea con la esperanza
de vida". Es decir, que sin decirlo estaría señalando el tope de los 67
años, como primera medida. Una idea que quedó pergeñada en los últimos tiempos
de Zapatero...no sin un 'pero'. Según aquella nueva legislación, ese cambio de
elevar la edad de 65 a 67 no se llevaría a efectos prácticos hasta 2027. Largo me lo fiáis, caballero!
Por
tanto parece inevitable un movimiento en ese sentido. Porque el Estado no puede
seguir permitiéndose, ni Bruselas lo va a consentir con el déficit que pende
sobre nosotros, que se siga gastando el 9% del PIB en esta partida. Y
creciendo. Ni tampoco será de recibo que los excedentes de cotización a la
Seguridad Social de sólo tres comunidades autónomas -Madrid, que aporta 17.293
millones de euros y sus pensionistas suponen 14.241; Canarias, con cotizaciones
de 3.525 millones para pagar 3.060, y Baleares, que pone 2.251 para pagar 1.878-
sean las que continúen pagando el déficit que arrojan las pensiones en
Cataluña, Euskadi y el resto de las autonomías. Y, por cierto, sólo ocho
provincias aportan al sistema más de lo que reciben para pagar las pensiones.
Se trata de Almería, Córdoba, Las Palmas, Tenerife, Guadalajara, Gerona,
Madrid, Álava y las Baleares.