El nuevo Gobierno español está comprometido a cumplir con la reducción del déficit en cuatro puntos del Producto Interior Bruto (PIB) en un año, a lo que se suma la vuelta de tuerca al sistema financiero con el último decreto sobre saneamiento de activos inmobiliarios, destaca.
El artículo sostiene que una recesión hace más daño a los beneficios que a las rentas personales, ya que las ganancias empresariales suben con más rapidez en los momentos de expansión, por lo que ve más probable que las medidas estructurales del Ejecutivo 'maten en vez de curar'.
La recesión de la demanda interna en España, advierte, se sumará al descenso del PIB en Alemania y en el resto de Europa, y con el valor de activos bajando a gran velocidad, "las probabilidades de inducir una crisis bancaria son elevadas", argumenta el economista en su columna de opinión.
"En España, incluso más que en Grecia, la austeridad probablemente reducirá, más que incrementar los céntimos de euro ingresados por los acreedores", sostiene Dumas, para quien la prima de riesgo de España merece situarse "bastante por encima" de la de Italia.
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