¿Cómo resiste un país con cinco
millones de parados, con una economía que retrocedió un 1'4 % en 2012. Con la caída de las importaciones, con el desplome
del consumo de los hogares con el hundimiento de la inversión? Respuesta:
economía sumergida y la red de apoyo social. Cuando todo parece estar perdido, la sociedad se pone manos a la obra. El entorno social es fundamental para un país donde una de cada cuatro personas tiene en su entorno a una o dos personas en paro y buscando trabajo.
La solidaridad no es sólo asunto de la Iglesia. Hasta ahora gracias a Cáritas, Cruz Roja, y varias ong's eran los se volcaban en la ayuda de los menos afortunados. Pero las cifras de necesitasdos les han desbordado. Ahora, las familias y el entorno social ha cogido las riendas. Los bancos de alimentos, los comedores sociales, las pensiones de los abuelos, 'tiran para delante' para llegar a fin de mes.
Economía sumergida, motor de un país en crisisLa economía sumergida representa el 70 % del gasto
sanitario en España y el 105,8 % en la UE. Esta pérdida de recaudación es
cuatro veces superior en el caso del gasto educativo. Los datos analizados
demuestran, además, que no existe ninguna relación entre la presión fiscal y el
tamaño de la economía sumergida.
La existencia de esta
economía sumergida provoca que se dejen de recaudar impuestos en el conjunto de
la UE por un total de 865.000 millones de euros cada año, que equivalen al 17´6
% del gasto público. A ellos hay que añadir 150.000 millones por la evasión
fiscal de las empresas, lo que supone, en total, un trillón de euros anuales.
Según explica en una nota FUNCAS, al nuevo porcentaje han llegado los
expertos utilizando tres procedimientos distintos: el método
monetario, el consumo de energía y el método MIMIC (múltiples indicadores y
múltiples causas).
La economía sumergida se cuadriplicó entre 1980 y 2008
Los expertos han estudiado el período 1980-2008 y han llegado a la conclusión
de que, con cualquiera de los tres métodos empleados, se aprecia un aumento
del volumen de la economía sumergida, tanto en términos absolutos como
en comparación con el volumen de actividad económica oficial medida por el PIB.
Según los autores del estudio, el aumento de la economía sumergida coincide con
el fuerte crecimiento de la actividad económica oficial.
En este sentido, resaltan que entre 1980-2008 se elevó la presión fiscal lo
que incentivó las actividades sumergidas, que en el 2000 supusieron una érdida
de recaudación fiscal de 31.000 millones de euros, el 5,6% del PIB
oficial.
Con estas cifras, los expertos estiman que entre 1980 y 1984 trabajaron en la
economía sumergida 1,4 millones de personas, que pasaron a más de 4
millones entre 2006 y 2008.
De acuerdo con el estudio no se puede caer en la "tentación" de
considerar la economía sumergida como una parte consustancial de la actividad
económica, ya que a largo plazo supone un "duro" lastre.
Este incremento de la economía sumergida en España contrasta con el plan del Gobierno contra el empleo sumergido,
aprobado por decreto ley el pasado 29 de abril, que concede a los empresarios
un plazo de tres meses, a partir de su entrada en vigor, para que regularicen
de forma voluntaria a los trabajadores que no estén dados de alta.
Economía sumergida en la UE
La dimensión de la economía sumergida en la Unión Europea es de
2.260.000 millones, lo que equivale al 22,1 % de su actividad total. En el caso
de España es del 22,5 %, es decir, un total de 240.000 millones de euros que
suponen 72.000 millones sin recaudar.
Según el estudio, si se
consiguiera acabar con la economía sumergida se contribuiría a estabilizar los
mercados financieros, permitiría que la UE invirtiera un 3,5 % del PIB en
I+D+i, frente al 2,7 % actual y aumentarían los recursos públicos, reduciendo
los recortes actuales en educación o sanidad. El informe calcula la posibilidad
de eliminar la deuda pública en 8,8 años.
En relación a la evasión
fiscal, los socialistas europeos proponen un plan para reducirla a la mitad en
2020 basado en cinco medidas: reformar las normas de contabilidad corporativa,
reforzar el alcance de la directiva de la UE sobre ahorro, establecer una base
común consolidada para el impuesto de sociedades, aumentar el seguimiento de
las empresas transfronterizas y mejorar los registros de las empresas.
Varias
razones podrían dar respuesta a esta incógnita, pero todas confluyen en el
desarrollo de una «bolsa» tan floreciente como opaca que escapa a los controles
de Hacienda y la Seguridad Social: la economía sumergida, negra o «golfa», como
algunos la califican.
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