Cataluña ha sido la primera en mostrar su disgusto por la medida que ya está sobre la mesa: reducir hasta el 0,0% la tasa de alcohol permitida al volante.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha planteado prohibir la más mínima gota de alcohol a los conductores -actualmente está en 0,25% miligramos de alcohol por aire espirado y 0,50% en sangre- para evitar más accidentes, pero esto desde la Generalitat ha sido interpretado, según informa EP, como un recorte de la responsabilidad individual y un ataque a una de las grandes empresas nacionales... la del vino. ¿Cómo se lo tomarían los conductores?
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