Si hay un infierno catalán, se llama Blanquerna
miércoles 30 de julio de 2014, 12:38h
Si hay un infierno catalán, se llama Blanquerna. El empeño
por pisar territorio propio lleva a absurdos como el de convocar la comparecencia
de Artur Mas en la 'sede' de la
delegación de la Generalitat en Madrid, el Centre Cultural Blanquerna, ubicado
en la castiza calle de Alcalá, sin pensar en el interés mediático del evento.
Un sitio magnífico para comprar libros y muchas otras cosas, pero incapaz de
albergar a la marabunta -literalmente- de periodistas pese a la buena voluntad
y paciencia de sus empleados. Un aforo para poco más de medio centenar de
informadores, tras los cuales se ubican las cámaras de televisión, que una hora
antes de empezar ya eran casi una veintena encajadas con calzador.
Y en la
puerta, decenas de representantes de la prensa intentado entrar pese al claro
riesgo de sufrir un golpe de calor colectivo o morir por aplastamiento. Si
organizan así la consulta del 9 de noviembre, Mariano Rajoy hace bien en estar tranquilo.