Según fuentes socialistas, los planes reales del actual
presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía,
José Antonio Griñán, son
designar ahora en julio a su sucesora en el cargo y retirarse él efectivamente
el próximo mes de octubre, en el que sería relevado al frente del ejecutivo
autonómico por su candidata, la actual consejera de Presidencia,
Susana Díaz.
Las razones por las que, según quien le conoce, Griñán ha
tomado estas decisiones tienen que ver con varias cuestiones: la primera, que
ahora mismo le saca una ventaja al PP y prefiere dejar el cargo cuando está en
la cresta de la ola que no cuando pueda pegar un bajón importante, sobre todo
si le imputa -como parece que así será- la juez del 'caso ERE',
Mercedes Alaya,
que acaba de imputar a la ex ministra Magdalena Álvarez.
Al planificar ahora su retirada, puede incluso maniobrar
para colocar a su sucesor real: la preferida parece ser la ya mencionada Susana
Díaz, que significaría la continuidad con la política de Griñán. No obstante,
parece que también hay motivos personales, concretamente de salud familiar, y
finalmente motivos políticos: una especie de decirle a
Rubalcaba que el cargo
es algo que se puede dejar.