Cuando
Florentino Pérez regresó a la presidencia del Real Madrid en el verano de 2009 tenía la necesidad de hundir al Barça de
Guardiola. El técnico catalán se había hecho con las riendas de su equipo de toda la vida en el verano de 2008 y los títulos no dejaban de llegar. En su primera temporada consiguió un triplete histórico:
Champions, Liga y Copa del Rey. Así que el plan del Real Madrid no podía ser otro que igualar la plantilla y los méritos azulgranas a base de talonario, ya que la plantilla no acompañaba.
Pérez confió en
Valdano para volverle a asesorar y ambos contrataron al entrenador chileno
Manuel Pellegrini. Su primer año fue tan blanco como el color de la camiseta, rozando el ridículo con partidos como el famoso 4-0 del Alcorcón en la Copa del Rey. Pero ya en esa primera temporada Florentino había invertido grandes cantidades en sus caprichos:
Cristiano Ronaldo, 94 millones de euros.
Kaká, 65.
Benzema, unos 36.
Xabi Alonso, 35. También llegaban
Arbeloa por 4 millones y
Garay por 10. Un primer año de lujo con más de
240 millones de gasto nunca correspondido en resultados.
Así que tras el fracaso de Pellegrini,
Mourinho es el gran elegido en el verano de 2010. Desde entonces se han gastado también muchos millones y se han sacrificado muchas piezas del ajedrez de la cantera blanca. Raúl y Guti hicieron las maletas, y en los años sucesivos la limpia fue mayor. Llegan, en cambio, más fichajes caros:
Di María, Khedira y
Özil, que venían de hacer un gran Mundial de Sudáfrica. El argentino costó más de 30 millones con las variables por objetivos, el pivote alemán 15 y el mediapunta, otros 15. También llegaba el jovencísimo
Sergio Canales, por casi 5 millones, los cuales desperdició Mourinho, como con
Pedro León, que costó unos 10. El último capricho de Mou fue su compatriota
Ricardo Carvalho, que costó casi 10 más. En el siguiente verano llegaron
Varane (10 millones),
Coentrao (30),
Sahin (10) y se repescó al canterano
Callejón por 5 millones.
Este verano ha sido el más austero, ya que el único fichaje ha sido el recién llegado
Luka Modric, a cambio de unos 35 millones más. Pero si contamos los propios costes de fichar a los entrenadores (Mourinho costó 8 millones a las arcas blancas que pudiera romper el contrato con el Inter), a todos estos fichajes y algún gasto más derivado de contrataciones, el Real Madrid de Florentino Pérez ha gastado desde 2009 y hasta la fecha cerca de 500 millones de euros. Rentables porque finalmente ha podido igualar al Barça: le ganó la Copa del Rey en la final en el año 2011, la Liga en este 2012 y ahora la Supercopa de España. Ha vendido el alma al Diablo don Dinero.
Lo más negativo es que, de todos estos fichajes relativamente recientes, no todos permanecen en el equipo. Canales, Pedro León, Garay, Carlvalho y Sahin ya no están en el equipo y han contado poco. Otros, como Kaká, Khedira, Coentrao o Varane apenas cuentan o presentan muchas dudas sobre su cuantía. Mientras, sólo el portero
Adán, el delantero
Morata o el mediapunta
Jesé han tenido un hueco como representantes de la cantera blanca. ¿Ha pagado un coste demasiado caro el Madrid?
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