La historia de los clubes de fútbol españoles ha llevado de la mano la de sus grupos de aficionados 'ultras', a quienes no solo han acogido sino a quienes han dado trato de favor por ser sus más fieles seguidores y su voz de aliento en cada partido, en el estadio y fuera, sin importar la vinculación de estos grupos con ideologías extremistas: de izquierdas o de derechas. Tampoco parecían importar demasiado los numeros enfrentamientos entre grupos que se consideran rivales, llegando a protagonizar escenas tan lamentables como la ocurrida el pasado domingo en Madrid Río donde el enfrentamiento entre Frente Atlético y Riazor Blues terminó con un hincha gallego muerto y otras 11 personas heridas.
Solo tras estos gravísimos incidentes, los clubes afectados deciden
tomar medidas y desmarcarse de estos grupos a los que incluso han
proporcionado su propio local dentro de sus estadios. El primero en
plantarse y prohibir la entrada a un grupo 'ultra' en el estadio fue el
ex presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, quien tomó las riendas del
club en 2003, y dos años después expulsó a los Boixos Nois, y que pese a
las amenazas y represalias que estos emprendieron contra la directiva y
su familia, no cedió e inclusó entregó a la Policía a los 'cabecillas'
de la formación, entre los que se encontraba un responsable de seguridad
privada del club.
Pasaron 8 años hasta que el presidente del
Real Madrid, Florentino Pérez tomó la misma decisión que su homónimo
catalán, y expulsó a la peña 'Ultras Sur' de su grada en el feudo blanco
y eliminó sus abonos, lo que también desató la ira de los radicales
madridistas que llegaron a hacer pintadas amenazantes en la tumba de la
mujer del líder de la directiva, Pitina. La última medida para romper
todos los lazos con este grupo radical, llegó el pasado mes de octubre
cuando el Real Madrid emitió un comunicado en el que prohibía la
simbología 'ultra' en el estadio Santiago Bernabéu.
La mortal
reyerta del domingo en los aledaños del Vicente Calderón ha llevado a
los clubes implicados, Atlético de Madrid y Deportivo de la Coruña a
actuar, aunque de forma diferente: mientras los 'colchoneros' han
seguido los pasos de Barça y Real Madrid, desvinculándose de la peña
Frente Atlético, a quienes además de expulsarles del estadio han dejado
de considerar una peña oficial del equipo. Por su parte, el presidente
del Depor, Constantino Fernández, ha tomado una medida más light:
cerrará durante dos partidos la grada donde se ubican los Riazor Blues,
que se enfrentan este miércoles y el domingo al Málaga. Otra decisión
también simbólica es la venta de entradas al precio de un 1 euro para el
partido del domingo, con el fin de llenar el estadio y que este clame
contra la violencia como si de una manifestación se tratara.
En
el panorma futbolístico español son 15 los grupos 'ultra' más conocidos:
Riazor Blues (Deportivo de la Coruña), Biris Norte (Sevilla), Celtarras
(Celta de Vigo), Indar Gorri (Osasuna), Gaunas Sur (Logroñés), Herri
Norte (Atlethic de Bilbao), Peña Mujika (Real Sociedad), Bukaneros (Rayo
Vallecano), Boixos Nois (Baça), Ultras Sur (Real Madrid), Brigadas
Blanquiazules (Espanyol), Curva Nord (Valencia), Ultra Boys (Sporting
de Gijón), Supporters Sur (Betis) o Ligallo (Zaragoza). De todos estos,
solo 3 han sido (o van a ser) expulsados de los estadios de sus
equipos, una decisión que parece insuficiente cuando siguen
produciéndose altercados antes y después de los partidos y dentro y
fuera de los estadios.
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