Su incorporación se ha producido
coincidiendo con el 15 aniversario de la Biblioteca de Castilla-La Mancha. No
es el mejor momento. La crisis manda. En el aire, la red de 500 bibliotecas que
existen en la región. Sánchez, sin embargo, es un optimista por naturaleza y
nos da algunas claves para la pervivencia de este servicio público de
Castilla-La Mancha.
Pregunta.- ¿Qué sensaciones tiene después de los tres primeros meses en
al frente de la Biblioteca Regional?
Respuesta.- Estoy muy contento de poder dirigir este centro. Empecé
mi trabajo en la biblioteca pública del Estado en Toledo en 1973 y luego en el
servicio de bibliobuses. Tuve la posibilidad de colaborar en la creación de
este proyecto hace ya más de 15 años y creo que merece la pena. En época de
crisis los profesionales no tenemos que escondernos sino dar la cara y mantener
la esperanza. Este es un centro por el que merece la pena trabajar.
P.- No le es ajeno el mundo bibliotecario pero nunca había dirigido
una...
R.- Es verdad que no es lo mismo. Hice un proyecto en 1984 para
convertir el Alcázar en Biblioteca, luego a principios de los 90 empezamos con
los proyectos definitivos que se consolidaron en 1998. Cuando se inauguró, yo
era jefe del Servicio Regional del Libro, Archivos y Bibliotecas. Los toros se
ven de forma distinta (risas), sí...
En otras ocasiones ya me habían
planteado dirigir esta biblioteca pero dije que no por una razón. Quería seguir
trabajando por las bibliotecas municipales que eran un reto muy importante,
mientras que este ya estaba consolidado. Esta biblioteca ha tenido grandes
directores y ahora es distinto. Es un gran centro por el que pasan a diario
unas 2.000 personas. En Navidad llegamos a tener hasta 5.000 personas en un
día... pero, también, es un centro con grandes problemas que, sin embargo, no me
hace perder la paz.
P.- ¿Le ha sorprendido, ahora ya desde dentro, alguna cosa con la que
no esperaba encontrar?
R.- Como le decía hemos tenido algunos problemas que ha habido que
afrontar. A veces me han quitado un poco el sueño temas relacionados con la
seguridad, conflictos que surgen con
los ciudadanos...Y luego hay muchas expectativas con la biblioteca y aunque
tenemos la puerta abierta a todos, hay problemas que no podemos resolver.
Me ha sorprendido el grado de
generosidad de los ciudadanos. Decimos que somos individualistas y nos movemos
solo por dinero y no es verdad. Tenemos un presupuesto de 5.000 euros para
actividades y estamos llamando a personas para que nos ayuden, gente con mucho
prestigio, y vienen. Merece la pena trabajar por los servicios públicos.
Lo repito muchas veces. La
biblioteca tiene grandes fortalezas como las propias instalaciones, el hecho de
que estemos en el Alcázar. Tenemos no solo la Biblioteca Regional sino también
la Biblioteca Pública del Estado, aunque el ciudadano perciba sólo una porque
funciona como un todo.
A ello se suman las colecciones,
tenemos 450.000 documentos y volúmenes de los que 100.000 son de fondo antiguo.
Eso quiere decir que en todos estos años la Junta ha hecho un grandísimo
esfuerzo.
Eso es una gran fortaleza porque,
ahora que estamos en crisis, estamos tirando de ella. Son unos fondos tan
impresionantes que, aunque han bajado tanto los recursos para adquisiciones,
nos permite poner en el escaparate fondos que estaban en la trastienda, a
través de nuestros centros de interés que son selecciones temáticas para que el
ciudadano se lleve al domicilio.
Otra gran fortaleza es el equipo
humano. Unas 70 personas en la actualidad. Ahora han venido vacas flacas pero
es un equipo tan profesional y tan numeroso que nos permite hacer nuestro
trabajo a plena satisfacción.
Y la cuarta fortaleza son los
usuarios. Cada día me da más alegría ver esta biblioteca viva. Hay gente que
viene porque no tiene otro sitio donde ir. Hablo de personas en riesgo de
exclusión y me da mucha alegría que sea el lugar que democratiza el acceso a la
información, a la cultura, al ocio positivo...y que no haya barreras. Desde luego
aquí no las hay. Todos los servicios son gratuitos.
"Toda la biblioteca se pondrá en clave de solidaridad"
P- ¿Qué proyectos tiene para la biblioteca?
R.- Estamos buscando nuevas complicidades. Por ejemplo con las
ONG's. Queremos poner en marcha un programa que llamará 'Biblioteca Solidaria'
para que podamos salir de nuestros muros de otra forma.
La biblioteca no está crisis y
buscamos lectores no sólo 'pescados en pecera' sino a personas en riesgo de
exclusión, con discapacidad, que no pueden salir de casa, que están en
hospitales. Y lo vamos a hacer con voluntariado. Les formaremos para llevar
libros, lectura a domicilio, queremos apoyar a personas que no saben el idioma
y les es difícil moverse, llevar libros a hospitales... Toda la biblioteca se
pondrá en clave de solidaridad, pero sin suplantar a nadie.
El objetivo es llegar también a
los jóvenes. A veces me preguntan si no vienen jóvenes a la biblioteca y yo les
digo que sí, pero vienen a estudiar, a navegar por internet...y lo que queremos
es que este sea su centro de ocio habitual. Lo haremos con ayuda de la
Asociación de Amigos de la Biblioteca y de los propios medios de comunicación,
que nos apoyan mucho.
En abril tendremos creados los
dos primeros clubes de lectura para jóvenes con el lema 'La Biblioteca de
Castilla-La Mancha busca nuevos jóvenes autores'. Queremos ofrecerles lectura,
rutas por Toledo, cursos de creación literaria... Queremos saber qué fuerza
transformadora tiene la biblioteca y quizá encontrar algún 'Miguel Hernández'.
P- ¿Esas serían las grandes líneas que se ha marcado? Son retos que
coinciden con los 15 años de esta biblioteca regional...
R.- Sí, así es, cumplimos 15 años. Pero me gustaría decirle que no
vamos a tener una actitud conservadora. La Biblioteca Regional es como una gran
superficie comercial, en la que cada día que se abre el reto es vender. Y ese
es mi objetivo como director. La ventaja es que lo que tenemos es gratis.
P.- ¿Y la crisis le permite no ser conservador?
R.- Sí, sí, lo permite... Hemos notado la bajada presupuestaria para
adquisiciones y actividades pero estamos reorganizando los equipos humanos.
Cosas que antes se hacían con contratos externos a través de empresas, ahora lo
hacemos nosotros. Vamos a formar al personal que tenemos para ciertas funciones
y estamos siendo muy autónomos e imaginativos.
En un momento en el que se habla
de que se privatizan otras cosas, toda nuestra plantilla es personal propio
excepto los vigilantes. Somos unos privilegiados. Tenemos un horario amplísimo,
desde las 8.30 de la mañana a 9.15 de la noche y los sábados de 9 a 2 pero
merece la pena.
José Antonio Marina será el primer 'Socio de Honor' de la biblioteca
P.- ¿Cómo van a celebrar los 15 años de biblioteca?
R.- En 2014 es el IV centenario de la muerte de El Greco y en 2015,
se conmemora la publicación de la segunda parte de El Quijote, pero antes este
año nosotros celebramos 15 años.
Y no vamos a concentrar todas las actividades en
octubre que es cuando se cumplen esos quince años sino que lo haremos a lo
largo de todo el año.
Hemos preparado quince ejes
temáticos: Por ejemplo, los debates y conferencias, en las que se hable del
presente y del futuro Toledo que queremos. Queremos romper barreras, que todos
hagan sus propuestas sin posiciones partidistas y en la que los ciudadanos
participen.
Vamos a abrir en nuestra web unos
buzones para que se aporten ideas sobre Toledo, también a través de las redes
sociales -pronto estaremos en Twitter y ya estamos en Facebook- y las usaremos
para comunicarnos con los ciudadanos.
Pondremos en valor todo el
patrimonio bibliográfico de la región a través de la web. Y queremos recopilar
todo el material relacionado con Castilla-La Mancha que está disperso, fuera de
la región. Es un gran reto en el que trabajaremos coordinadamente con la
Universidad de Castilla-La Mancha para no duplicar esfuerzos.
Habrá premios y distinciones. Por
ejemplo, nombraremos nuestro primer socio de honor. Será un toledano que está
haciendo una aportación muy grande al pensamiento como es José Antonio Marina. Lo haremos el próximo 8 de mayo.
Queremos también fortalecer el
proyecto Bidicam, la biblioteca digital, para que cualquier ciudadano del mundo
acceda a nuestros fondos.
Habrá un personaje que represente
a la biblioteca en su cumpleaños y acompañará a los usuarios en visitas
guiadas, en animación a la lectura, cuentacuentos...
P- ¿Cuáles son ahora los principales problemas en el ámbito de la
biblioteca y de la lectura?
R.- Le doy un dato. El 50% de los toledanos tienen carné de la
biblioteca. Probablemente, después de los servicios sanitarios el más utilizado
sea el de la biblioteca pero con una diferencia y es que aquí se viene
voluntariamente.
Pero indudablemente las
bibliotecas tienen problemas. Esta es muy grande y tiene sus fortalezas pero
hay otras pequeñas que se han mantenido gracias al apoyo que la Junta de
Comunidades daba a los ayuntamientos. En estos momentos, la Junta tiene un
problema económico importante y no es posible. El gran reto es que se mantenga
esa red de bibliotecas.
Hay que intentar que no se cierre
ni una biblioteca y esa es la responsabilidad de las corporaciones locales: que
alcaldes y concejales vean en la biblioteca el medio para democratizar el
acceso a la cultura y a la información. No debe cerrarse ninguna biblioteca
aunque no haya ayudas de la Junta. Habrá que cambiar las prioridades en los
ayuntamientos y tirar menos cohetes.
"Se ha dicho a los alcaldes que aguanten las bibliotecas como puedan"
P.- ¿Eso es posible dado el estado económico de los ayuntamientos?
R.- La clave está en los ciudadanos. Si apoyan y reclaman las bibliotecas
públicas ningún alcalde cerrará ninguna porque son de los servicios públicos
más baratos de
este país.
En el conjunto de las
administraciones públicas se gastaba, y ahora todavía menos, una media de siete
euros por habitante y año en el servicio de bibliotecas. En Castilla-La Mancha
gastábamos unos 14 euros. Junto con Cataluña éramos de las Autonomías que más
gastábamos.
P.- ¿No son un servicio público considerado esencial, entonces?
R.- No, la legislación no ha dejado protegidas a las bibliotecas.
Sólo son obligatorias en municipios con más de 5.000 habitantes. Y luego hay
ciudades, como es el caso de Guadalajara que no tiene biblioteca pública
municipal, sólo tiene la provincial que depende de la Junta.
En la región hay bibliotecas en
todos los pueblos de más de 1.000 habitantes, incluso en algunos con menos
población. Eso es lo que hay que cuidar, que la red de más de 500 bibliotecas
no se venga abajo. Quienes tienen que
blindar las bibliotecas son los ciudadanos.
P.- Lógicamente la Junta es consciente de este problema... ¿Han hablado
de ello?
R.- Sé que en la Consejería son
conscientes del problema. El otro día tuvimos una reunión con bibliotecarios en
Cuenca y el delegado de la Junta les pedía a ellos y a los alcaldes que
aguanten como puedan, incluso sin ayuda. El déficit ha supuesto una bajada muy
importante en el presupuesto en el ámbito de cultura.
Se está implicando a las
diputaciones provinciales para la adquisición de fondos y esa implicación,
aunque sea en cantidades muy pequeñas, es muy importante. Nuestra ley de
bibliotecas es muy buena. Infinitamente mejor que la nacional que no sirve para
nada. Habla mucho de la coparticipación de instituciones y eso es fundamental.
P.- ¿Se ha vivido por encima de las posibilidades en el ámbito cultural?
R.- No es de los sectores donde más se haya gastado nunca. Lo que
digo es que cuando se hacen grandes eventos, se gastan cifras enormes y se
dedica mucho menos a servicios públicos estables como son las bibliotecas. Si
me preguntaran a qué habría que dar prioridad, siempre la daría a los servicios
públicos estables. No tiene sentido que en un Centenario se gasten 25 millones
de euros y en una red de bibliotecas un millón.
Los grandes eventos están bien
pero habrá que cambiar el chip y no sólo buscar el mecenazgo de las empresas
para grandes conmemoraciones culturales sino también para colaborar en las
actividades culturales cotidianas. Eso sí, los servicios públicos como las
bibliotecas no pueden depender de las subvenciones.
Las bibliotecas son muy rentables.
Con 5.000 euros este año tenemos actividades todos los días. Y cuanto más
tiempo estén abiertas mejor, sobre todo para que los jóvenes tengan
alternativas al botellón. Eso se hace con servicios públicos.