Los disturbios, los peores en las cuatro décadas al frente del país de
Muamar Gadafi, comenzaron como una serie de protestas inspiradas por las revueltas populares en Egipto y Túnez pero se encontraron con una feroz represión por parte de las fuerzas de seguridad.
Según testigos en Benghazi, las fuerzas de seguridad se han retirado a un recinto fortificado en el centro de la ciudad desde donde están disparando contra la gente que regresa para enterrar a los manifestantes abatidos en los días anteriores.
"Decenas de personas murieron (...) estamos en medio de una masacre", ha relatado a Reuters un testigo, que dijo que había ayudado a trasladar a las víctimas a un hospital en Benghazi.
Human Rights Watch ha anunciado que eleva su último balance, que hablaba de 104 fallecidos, hasta 176, después de que al menos 20 personas más fueran abatidas en Benghazi el sábado. La ONG indica que el balance, recopilado en base a conversaciones con testigos y fuentes médicas, es "conservador". El Gobierno libio no ha dado ningún balance de víctimas por el momento ni ha hecho ningún comentario oficial sobre los últimos acontecimientos.
Un doctor del hospital de Benghazi ha explicado que las víctimas presentan heridas graves de fusiles con gran velocidad de disparo. Por su parte, un residente indicó que las fuerzas de seguridad están disparando contra los manifestantes desde un edificio fortificado.
"En estos momentos, la única presencia militar en Benghazi está confinada al Complejo del Mando Central en la ciudad. El resto de la ciudad ha sido liberado", explicó a última hora del sábado.
"Miles de personas se han congregado delante del tribunal de Benghazi (...) todas las oficinas del comité revolucionario (gobierno local) y las comisarías de Policía en la ciudad han sido quemadas", añadió.
Llamamiento de líderes religiosos
Por otra parte, la violenta represión de las protestas ha llevado a unos 50 líderes religiosos musulmanes del país ha emitir un llamamiento, remitido a Reuters, en el que piden a las fuerzas de seguridad, como musulmanes, que dejen de matar.
"Este es un llamamiento urgente para los eruditos religiosos (los faqihs y jeques sufíes), intelectuales y líderes de clanes de Trípoli, Bani Walid, Zintan, Jadu, Msalata, Misrata, Zawiah y otras localidades en la zona occidental", reza el mensaje.
"Pedimos a todos los musulmanes, dentro del régimen o que le ayudan de algún modo, que reconozcan que el asesinato de seres humanos inocentes está prohibido por nuestro creador y por su querido profeta (...) no matéis a vuestros hermanos y hermanas. ¡Parad la masacre ahora!", reclaman.
Compás de espera en Bahréin
Más tranquila es la sitación este domingo en Bahréin, donde miles de manifestantes antigubernamentales han pasado la noche y la madrugada de este domingo acampados en la plaza de la Perla, en Manama, que se ha convertido ya en un símbolo de su causa, mientras la calma parece haber vuelto a la espera de las conversaciones previstas entre la oposición y el príncipe heredero de Bahréin